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Biel Company ha anunciado este miércoles que abandona la política: no se presentará a la reelección como presidente del PP balear, entregará el acta de diputado tras el verano y volverá a la empresa privada.

Company llegó a la política en el año 2011, cuando José Ramón Bauzá lo fichó como independiente para ser conseller d'Agricultura del Govern balear. Aunque terminó afiliándose al partido, desde el primer momento dejó claro que no es un político convencional. Su estilo claro y directo poco tienen que ver con el lenguaje político; nunca ha perdido su carácter payés, no soporta la deslealtad ni la poca capacidad de trabajo. Aunque se ha dedicado en cuerpo y alma al partido, lo que realmente le gusta es la empresa privada, donde se siente mucho más cómodo.

La burocracia administrativa siempre ha sido uno de sus principales quebraderos de cabeza. Tampoco soportaba que hubiese personas que se dedicasen a la política desde hace décadas -considera que han perdido el pulso de la realidad- y así lo expresaba constantemente en los plenos del Parlament.

Aunque no terminaba de sentirse cómodo, Company quería dejar al partido en una situación mejor de la que lo encontró; asumió la presidencia del partido tras la debacle electoral que sufrió la candidatura liderada por Bauzá en 2015. Tras perder los comicios en 2019, Company ha asegurado que lo ha conseguido ya que tiene encuestas que sitúan al PP cuatro puntos por encima del PSOE. Ahora vuelve a su hábitat natural: la empresa privada.

El aún presidente del PP balear empezó en el CIDE, donde fue delantero internacional juvenil con 17 años; también fue mejor futbolista de Baleares juvenil y tuvo ofertas de equipos de primera división. Finalmente se decantó por el filial del Real Zaragoza; después volvió a Mallorca, donde jugó en varios equipos de segunda división B. Sin embargo, la rotura de ligamentos lo hizo dejar el fúbtol, aunque no sus principios, que sigue aplicando en su día a día.

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Company cambió el campo de fútbol por el campo mallorquín y se convirtió en empresario agrícola. Defensor a ultranza del mundo rural y la payesia, siempre ha creído en sus potencialidades. No obstante, siempre ha tenido claro que este sector necesitaba modernizarse.

La sequía del año 2000, que azotó con dureza al campo balear, lo llevó a participar en Asaja en Baleares, donde llegó a ser presidente. Pronto despuntó y tuvo cargos destacados en la ejecutiva de la organización agraria a nivel nacional y europeo. En Asaja se convirtió en un líder incuestionable, con acciones tan destacadas como una tractorada que hizo temblar al Pacte del Progrès de Francesc Antich.

Cada vez era más evidente que Company terminaría en política, tuvo varias ofertas y terminó aceptando la de José Ramón Bauzá para ser conseller d’Agricultura, Medi Ambient y Territori, con direcciones generales tan importantes como Habitatge y Mobilitat; una macroconselleria por la que muchos lo llamaban ‘ministro’. Fue conseller como independiente y se afilió al PP a mediados de la legislatura.

Company no lo tuvo fácil en el Ejecutivo de Bauzá, ya que le tocó lidiar con áreas difíciles en una época de recortes. Además, chocaba con los principios ideológicos de Carlos Delgado y del propio Bauzá. Sin embargo, siempre fue leal a su entonces presidente.

Con el gobierno de Mariano Rajoy lo tuvo muy bien, ya que su época en Asaja le sirvió para hacer buenos contactos, como Arias Cañete e Isabel García Tejerina, que fueron ministros de Agricultura cuando él era conseller d’Agricultura.

Tras la debacle electoral de las elecciones de 2015, Company se hizo con las riendas del partido y ganó el congreso a Bauzá, apoyándose en el sector regionalista del Partido Popular y, especialmente, en los jóvenes del partido. Así, sacó a jugar como titulares indiscutibles a Marga Prohens, Llorenç Galmés y Sebastià Sagreras, entre otros.