Jaime Martínez, con Gabriel Company, en el último congreso del PP balear. | Redacción Local

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La candidatura de Jaime Martínez para presidir el PP de Palma no solo supone una inesperada renovación del partido en la capital, sino que sella la paz entre las dos corrientes enfrentadas casi desde el mismo momento en que se celebró el congreso que eligió a Gabriel Company como presidente de la formación.

La lista de Martínez, en la que estará Javi Boned, una de las piezas clave del PP de Palma, está avalada por Company, lo que supone el fin de una lucha soterrada entre ambos excompañeros del Consell de Govern desde que el sector de Martínez se quedó sin apenas presencia en las últimas listas autonómicas. Tras las elecciones, el sector de Martínez llegó a hacer movimientos para pedir un congreso y favorecer la salida de Company como líder.

Anuncio pactado

Las circunstancias han cambiado radicalmente con el movimiento que sitúa a Martínez al frente del PP de Palma, a la espera, eso sí, de que se celebre el congreso. Su anuncio, pactado entre las dos corrientes, garantiza que por ahora nadie va a «moverle la silla» a Company, en palabras de un veterano militante de Palma.

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La operación, unida a la más que previsible elección de Llorenç Galmés como presidente del PP de Mallorca en sustitución de Jeroni Salom, refuerza la figura de Company, que se queda sin enemigos internos.

Esta jugada deja el camino despejado para que el líder de los ‘populares’ repita como presidente en el próximo congreso regional, aunque para eso habrá que esperar un año. Por ahora no hay nadie en el partido que pretenda dar un paso al frente y enfrentarse a Company por la presidencia del partido. Lo único que puede apearle en estos momentos de la dirección es que Pablo Casado así lo decida, pero eso es algo que no está sobre la mesa en estos momentos.

Pactado y bien atado

Que los congresos de Palma y de Mallorca se celebren el mismo día, el 27 de febrero, demuestra que todo esta pactado y bien atado y no parece que ni Martínez ni Galmés vayan a tener un rival de peso que aspire a ocupar su puesto.

El congreso balear se celebrará pasadas unos meses, lo que rompe una norma de los ‘populares’. Hasta ahora la renovación de las direcciones ha ido de más a menos, comenzado por la presidencia nacional, la regional, las insulares y las locales, pero en estas ocasión se ha optado por hacer el proceso a la inversa para ir de menos a más.