La conocida como milla de oro palmesana, el Passeig des Born, tiene tres locales disponibles, algo que no ocurría en años. | Jaume Morey

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El año de la pandemia no solo ha vaciado las calles de Palma de turistas sino que también está cambiado la fisonomía de las principales vías comerciales de la ciudad. Desde la irrupción del virus a mediados del pasado mes de marzo, que obligó a decretar un confinamiento domiciliario y a cerrar todas las actividades no esenciales, proliferan los carteles de ‘se traspasa’. Se trata de negocios que no han logrado resistir la crisis y han tenido que bajar la barrera para siempre.

La coyuntura actual provoca que ninguna empresa o empresario se atreva a ocupar estos locales que se vacían para montar su negocio y a finales de 2020 en Palma había entorno a un 15 % más de locales comerciales vacíos que un año antes.

El gerente de la inmobiliaria dedicada a la venta y alquiler de naves y locales comerciales Gesmorent, Chechu Osinalde, explicó que la mayoría de locales que se han vaciado en Palma son negocios de comercio y restauración. Su inmobiliaria, que gestiona más de la mitad de los locales de la ciudad, registró hasta 56 nuevos establecimientos vacíos en Palma entre el 15 de marzo y el 31 de diciembre de 2020.

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Las patronales del pequeño y comercio, Pimeco y Afedeco; y las de restauración de CAEB y PIMEM, calculan que el porcentaje de negocios cerrados o que ya han desaparecido oscila entre el 30 y el 40 %. A diferencia de años anteriores, ahora nadie ocupa los locales que dejan vacíos. «Antes, cuando se cerraba un negocio, en poco días ya se alquilaba el local, sobre todo en el centro, pero actualmente ya no se firman contratos de un día para otro», reconoció Osinalde. Explicó que la falta de turistas de cruceros, que no llegan a la Isla desde hace diez meses, ha golpeado especialmente a los comercios de la conocida como «ruta de cruceristas», por lo que muchos de estos establecimientos tienen dificultades para resistir.

Esta situación ha provocado una reducción en el precio de la venta y los alquileres de los locales, que el gerente de Gesmorent cifra entorno al 20 %. Precisamente este descenso es el que ha motivado a algunos negocios a cambiar su ubicación.

«Algunos aprovechan para cambiarse a locales más céntricos, donde hace un año era casi imposible encontrar un espacio vacío o a un precio más económico», reconoce Osinalde. También hay cambios de ubicaciones motivados por el hecho de no haber logrado un acuerdo en la renegociación del alquiler con los propietarios.

Un dato que muestra el gran impacto de la pandemia en las Islas es que a día de hoy hay tres locales comerciales disponibles en el Passeig del Born, algo que el gerente de Gesmorent reconoce «no haber visto nunca en los 18 años que hace que me dedico a este negocio». Sin embargo, hay interés, sobre todo de grandes marcas, por implantarse en la conocida como ‘milla de oro’ palmesana. Aun así, Osinalde prevé una reactivación lenta.