Transeúntes se protegen con mascarillas por las calles de Palma. | ATIENZA

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La obligatoriedad de uso de la mascarilla en espacios abiertos en Baleares -salvo playas, piscinas y paseos marítimos-, ha sido criticada por sus efectos sobre el turismo. La consellera de Salud, Patricia Gómez, la defiende en una entrevista: «Los turistas agradecen acudir a un entorno donde saben que se están tomando todo tipo de medidas para su seguridad».

PALMA. POLITICA. Patricia Gómez, consellera de Salut i Consum
La consellera Patricia Gómez.

El Govern obliga a usar mascarilla, aunque Baleares no ha sufrido ningún brote masivo y vive del turismo. ¿Es una medida precipitada?
- En política sanitaria tenemos que hacer caso de la evidencia científica, escuchar a los técnicos y equilibrar la seguridad con las repercusiones que una medida puede tener. Las medidas se adoptan para una mayor protección de la población, tanto local como visitante. La situación de Baleares es, en estos momentos buena, pero eso no quiere decir que pasado mañana no pueda ser distinta o pueda haber un brote como los que han sucedido en otras comunidades autónomas. Tenemos que adoptar todas las medidas que signifiquen una mayor protección de la población. Ojalá hubiera sido suficiente con el Real Decreto ley del Ministerio que especifica claramente que cuando no se puede mantener la distancia de metro y medio se tiene que usar la mascarilla de forma obligada, pero vemos que nos hemos relajado en el último mes y pensamos que es el momento de tomar medidas.

La patronal CAEB reprocha al Govern que sea más restrictivo incluso que los países de los que vienen la mayoría de turistas que llegan a las islas. ¿Cómo lo explica a esos potenciales visitantes?
- Creo sinceramente que los turistas agradecen acudir a un entorno donde saben que, además de tener unos buenos datos epidemiológicos, se están tomando todo tipo de medidas para su seguridad. Hay estudios que demuestran que en los países donde se establece la obligatoriedad de la mascarilla, la mortalidad es cien veces menor. Queremos ser un destino seguro para todo el que nos visita y también para nuestros ciudadanos, que han hecho esfuerzos muy importantes. Hemos visto mucha relajación. En el estudio del uso de mascarillas del Ministerio, Baleares no sale bien parada y un porcentaje elevado de la población no la usa. Nos vemos obligados a tomar esas medidas. Pensamos que, con las excepciones que se han hecho, es un beneficio para todos y seguro que también lo van a valorar así las personas que nos visitan.

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La mayoría de los turistas que llegan a Baleares procede de lugares donde no es obligatoria la mascarilla, como Alemania y Reino Unido. ¿Ha evaluado el Govern el daño que puede causar al turismo?
- Me preocupa la salud y también mucho la situación económica, el turismo y la recuperación de las actividades. Este gobierno está tomando medidas para poder ofrecer seguridad y apertura y no son decisiones políticas, son absolutamente técnicas y basadas en la evidencia. En el Reino Unido, se está planteando la posibilidad de la obligatoriedad en todo el país. Muchos de los turistas que nos visitan están en espacios al aire libre y espacios naturales, donde no es obligado el uso de mascarilla siempre que se pueda mantener la distancia, en playas y en paseos al lado del mar donde tampoco, en terrazas o cafeterías en el momento de consumir... Estamos equilibrando bien las decisiones.

El Govern plantea que la Abogacía de la Comunidad pida órdenes judiciales para que la policía pueda interrumpir fiestas privadas, una medida impensable hace seis meses.
- Lo que no es admisible es que ha habido casas donde se ha cobrado una entrada y se han hecho fiestas sin ningún tipo de medidas, ni garantías, ni autorización. Es inadmisible. La gran mayoría de los empresarios se están dejando la piel y los recursos para tener sus instalaciones en regla para garantizar la seguridad y poder compaginarla con el ocio, la diversión y el turismo. Para quienes no cumplen las normas tenemos que tener un régimen sancionador. No puede ser que haya también locales reincidentes y restaurantes que organizan fiestas privadas sin permiso, hasta las tantas de la madrugada. Son situaciones que tenemos que frenar si queremos poder convivir con máximas garantías de seguridad. Es el momento de no relajarnos y hay veces que hay que tomar medidas un poco más coercitivas para que no nos olvidemos de que la epidemia no ha pasado todavía.

¿Como se ha preparado Baleares para un posible contagio entre turistas?
- Tenemos muy reforzada la Atención Primaria, con un grupo de 150 personas que trabaja en el seguimiento de los casos y el rastreo de los contactos, hay planes de contingencia en cada uno de los hospitales y tenemos hoteles previstos en cada una de las islas para aquellos turistas que dieran positivo, que sean asintomáticos y que no precisen ninguna asistencia sanitaria. Nuestro compromiso es, entre 48 y 72 horas, activar todos los planes de contingencia y volver a tener activos todos los mismos recursos que en marzo. Esperemos que no tengamos que llegar a ello y que podamos pasar un buen verano, dentro de lo posible.

El Govern asume el coste de haber trasladado a una familia de turistas contagiados a un hotel, ¿lo hará en todos los casos?
- Los turistas europeos tienen cubierta la asistencia sanitaria y, posteriormente, la atención es facturada a los países de origen. Si un motivo sanitario obliga a utilizar un dispositivo, sobre todo para prevenir a otras personas de posibles contagios, buscaremos esa fórmula de compensación también, como hacemos con la asistencia sanitaria en general. Tenemos que adaptar las decisiones a la situación de cada momento.