Imagen de archivo de un ave atrapada en una red para su posterior anillamiento. | Sylvana Raschke

TW
5

El Consell de Mallorca no permite el anillamiento masivo de aves en el Parc Natural de sa Dragonera, bajo su gestión. El director insular de Medi Ambient, Josep Manchado, explica que «los anillamientos masivos e indiscriminados son una técnica del siglo XIX que supone un gran esfuerzo con escaso rendimiento. Para capturar aves migratorias que han realizado larguísimos recorridos, hay que instalar redes y posteriormente los ejemplares son introducidos en bolsas antes de su anillamiento».

Manchado añade que «durante este proceso se producen bajas y si el ornitólogo tarda mucho en retirar las aves de las redes, tal vez los depredadores ya han acabado con ellas. Hay movimientos ecologistas que están en contra de estas técnicas».

El director insular destaca que «en la actualidad, los controles de aves migratorias pueden ser mucho más efectivos a través de la fotografía digital o el uso de prismáticos o telescopios».

«En sa Dragonera sí permitimos anillamientos selectivos y puntuales, de pocos ejemplares, como por ejemplo con las crías de virot petit o falcó pelegrí. Son anillamientos de una especie concreta a las que se puede aplicar un radiotransmisor o un GPS, pero no permitimos anillamientos masivos. No hay una prohibición oficial, pero no autorizamos proyectos o propuestas en este sentido. Además, las redes también capturan las aves locales no migratorias, que pueden toparse una y otra vez con las trampas», explica.

Josep Manchado insiste en que «los anillamientos masivos fueron útiles en su momento porque no había otro modo de controlar las migraciones. Ahora disponemos de mucha información y estas técnicas ya no son necesarias. La identificación individual de un ejemplar puede tener un cierto interés, pero realmente ya no es necesaria. No aporta nada a la información sobre la especie. Las administraciones ya no financian estos proyectos y no sé si acabarán totalmente prohibidos, pero sí limitados. Puede que dejen de aplicarse sin prohibirlos».

Por su parte, Manolo Suárez, responsable de ornitología del GOB, indica que «sa Dragonera estaba incluida en un proyecto internacional de seguimiento de aves migratorias en islas pequeñas del Mediterráneo, pero hace unos años que ya no participa».

Para Suárez, «los anillamientos son un método validado de estudio científico, no un objetivo en sí mismos. Los seguimos realizando en s’Albufera o Mondragó. La recogida de datos tiene sentido a largo plazo y en sa Dragonera hemos perdido unos años de información que podrían haber resultado de gran interés, por ejemplo en relación a las migraciones y el cambio climático».

Formación, normativa y evaluación

Suárez expresa el interés del GOB «en seguir anillando en sa Dragonera para obtener datos de la evolución tanto de las aves sedentarias como de las que están de paso. Cuanto más datos tienes, mucho mejor para la adecuada gestión de un espacio natural y su biodiversidad. Los anilladores estamos sometidos a una formación específica, una normativa y una entidad evaluadora. Y es una disciplina mucho más respetuosa que otras».