Margalida Barceló, este jueves, ya en su casa. | Joan Socies

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Sucedió el martes pasado. Margalida Barceló iba a someterse a una operación para enderezarle el brazo derecho, la tercera intervención tras un accidente laboral ocurrido en 2015. La citaron en Son Espases con una semana de antelación. Llegó. Hizo el preoperatorio, la subieron a la sala de operaciones, le pusieron la vía e incluso, asegura, la primera dosis para iniciar la sedación cuando «el cirujano me dijo que no me podía operar porque no le autorizaban el injerto a pesar de estar aprobado en el catálogo del IB-Salut para los hospitales de Baleares», cuenta la afectada. Y entonces... «Me sacaron del quirófano y me mandaron a casa».

Margalida Barceló salió de la sala pero no se fue a casa de buenas a primeras. Su cirujano, que «estaba más enfadado que yo», le hizo un papel y la instó a reclamar a la gerencia del hospital. «Me fui por los despachos pero me quitaron de en medio y me llevaron a atención al paciente sin otra explicación».

Desde el Hospital Son Espases lamentan los inconvenientes que ha sufrido la paciente y argumentan que, tal como se le dijo en el momento, el centro no disponía del material necesario para operarla (un injerto llamado ArthroFlex) porque está fuera de catálogo, motivo por el que debe solicitarse con una antelación de, mínimo, ocho días.

La paciente, que es enfermera de profesión, asegura haber visto la prótesis en cuestión en la sala de operaciones. «Vi como entraba la caja con el material médico y el paquete con lo que debían ponerme», explica y, más allá de una situación rocambolesca y del perjuicio causado, se lamenta por seguir esperando una intervención que podría paliarle el dolor en el brazo.

Barceló trabajaba en una residencia de Santanyí cuando se resbaló en el suelo mojado. La caída fue tan aparatosa que se dañó tendones y ligamentos. Desde entonces ha pasado por dos operaciones fallidas que no han llegado a soldar bien su brazo derecho. Durante todo el proceso sufre y se medica con parches de morfina para el dolor. Al salir de la sala de operaciones puso una reclamación. «Me dijeron que sería rápido pero la rapidez del sistema puede suponer un año más de sufrimiento para mí», se lamenta. Al no tener la explicación por escrito de Son Espases le han dicho que no puede interponer una demanda judicial.