La doctora Ruth Vera, presidenta del SEOM. | Jaume Morey

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La investigación contra el cáncer vive un momento «apasionante». Según la doctora Ruth Vera, presidenta de la Sociedad Española Oncológica Médica (SEOM), no sólo lo sobreviven alrededor del 50 % de los diagnosticados, también permite ser más esperanzadores con los tratamientos y la calidad de vida.

El informe de la SEOM para 2019 preveía un crecimiento de los pacientes diagnosticado de cáncer. ¿Por qué sube la incidencia?
—De hecho, la estimación que se hizo para el año 2019 superaba a lo que se había previsto anteriormente para el año 2030. La causa más importante es el envejecimiento. España, tras Japón, es el segundo país con mayor esperanza de vida. El cáncer va asociado a alteraciones moleculares que van apareciendo cuando la célula envejece. Con la edad las células se van alterando, así como las mutaciones y crece la probabilidad del cáncer. Por otra parte, el cribado como el de cáncer de colon o de mama hace que se detecte en estadios más precoces y puede dar la sensación de más incidencia. Además de los cambios en los hábitos de vida, somos más sedentarios y todo esto también tiene impacto.

¿Hay más cáncer pero también más supervivencia?
—Hay más incidencia pero se sobrevive más. La imagen de que el cáncer es igual a muerte hay que romperla porque alrededor del 50 % de los casos se curan y en los que no, su esperanza de vida aumenta mucho.

¿Pero se vive bien?
—Crece la esperanza de vida y crece la calidad de vida. Cada vez se tienen más en cuenta los estudios de fármacos que incluyen como objetivo la calidad de vida y se mide, cuando antes solo se valoraba, la supervivencia. Además se tiene más en cuenta al paciente y lo que quiere.

¿Qué es la inmunoterapia?
—Hasta ahora, la mayoría de los fármacos diana o la quimioterapia atacan las alteraciones moleculares. La inmunoterapia es otro concepto con el que se quiere activar o frenar el sistema inmune para que él nos defienda de la célula tumoral. No es tan invasivo, las toxicidades no tienen nada que ver, y la tolerancia es más alta. Éste, en combinación con otros como las terapias personalizadas, es el futuro de los tratamientos, que además podrían estar combinados.

¿En qué momento está la investigación contra el cáncer?
—En uno apasionante. El año pasado, el Nobel de Medicina fue para los que describieron por primera vez cómo funcionaba el sistema inmune y eso ya se ha trasladado a los pacientes. Vamos a otra velocidad. Por otra parte, el conocimiento de todas las alteraciones moleculares del genoma eran técnicas largas y carísimas que hoy tienes en unas horas por mil euros como aquel que dice. Es tremendo. Gracias a la convergencia del avance tecnológico y el conocimiento molecular. Lo que no quita es que falta mucho por conocer. ¿Estamos cerca de la curación? Eso son palabras mayores porque conforme más se sabe nos vamos dando cuenta de lo complejo que es.

¿El cáncer es genético?
—Es una enfermedad genética porque hay alteración en los genes pero son somáticas, es decir, no naces con ellas. Por ejemplo, fumas y poco a poco la nicotina va dañando la célula hasta que produce una alteración y a partir de ahí se puede generar un cáncer de pulmón. Si es hereditario naces con esa alteración pero supone entre un 5 y un 10 % de los casos. Es lo que le pasó a Angelina Jolie, su alteración era de nacimiento.

¿Está a favor o en contra de las donaciones privadas?
—A favor. Tendríamos que separar un poco esto de la política porque es muy serio y requiere un pacto de estado. Necesitamos financiación, tiene un coste alto. Así que vamos a ver a qué acuerdos se puede llegar porque al final nos beneficiamos todos.