Fachada de Can Alcover tomada de la página del Institut d'Estudis Balearics. | Institut d'Estudis Balearics

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La Obra Cultural Balear (OCB) se enfrenta a una multa de 55.000 euros por haber acogido en Can Alcover un concierto del grupo de animación infantil Cucorba. Ésta actuación tuvo lugar en el marco de la FirONA, la feria de la comunicación y la cultura organizada por Ona Mediterrània, el pasado 15 de septiembre.

Según la denuncia que ha presentado la Policía Local de Palma, el concierto «causó molestias a los vecinos por los ruidos». En el escrito señalan también que los responsables «manifestaron contar con la licencia, pero se negaron a mostrarla».

Desde la OCB señalan que realmente el presidente de la Associació Ona Mediterrània se hizo responsable de la organización del concierto y que el presidente de la Obra Cultural, que también estaba presente en el concierto, mostró la licencia a los agentes.

La OCB considera «una aberración» que se le pueda sancionar por haber acogido un concierto infantil a las doce del mediodía. Señala, además, que presentará las oportunas alegaciones y que se reserva el derecho de denunciar a quienes hayan cometido falso testimonio o prevaricación en este caso.

La organización quiere reivindicar también la necesidad de que el Ajuntament de Palma «deje de criminalizar y perseguir las actividades culturales» y exige que la institución «colabore con las entidades ciudadanas que se esfuerzan por hacer de Palma una ciudad dinámica llena de vida y de cultura».

Ajuntament de Palma

El área de Modelo de Ciudad del Ajuntament de Palma ha explicado este jueves que la propuesta de sanción a la Obra Cultural Balear por un concierto se ciñe a la Ley Autonómica de Actividades, una normativa que la concejalía considera «injusta».

Así se ha expresado el Ajuntament después de que la OCB haya anunciado que ha recibido una propuesta de sanción de 55.000 euros por un concierto de un grupo infantil, celebrado a mediodía, en septiembre del año pasado.

«Desde la concejalía debemos aplicar la ley actual», han apuntado en una nota informativa. Según han indicado, durante la celebración de un evento un particular presentó una denuncia y se abrió un expediente «siguiendo la normativa vigente».

En este sentido, el área que dirige Neus Truyol (MÉS) considera «injusta» la Ley Autonómica de Actividades «ya que iguala a una asociación que realiza actividades sin ánimo de lucro a un negocio como podría ser una sala de fiestas».

Además, han argumentado que esta Ley «pide un proyecto de actividad no permanente, lo que dificulta la actividad a las entidades sin ánimo de lucro».

Por todo ello, Cort pedirá cambios en la Ley de Actividades «para que estos casos no se den», puesto que los ven como «un ataque directo al tejido asociativo de la ciudad».