Iago Negueruela recibe la cartera de Turisme de manos de Bel Busquets. | Jaume Morey

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El Consell de Govern celebra este viernes su primera reunión de la legislatura en la que se aprobarán los nombramientos de los representantes del segundo nivel de mando, entre los que están los secretarios generales, los jefes de gabinete y los directores generales. No se cerrará el organigrama porque algunos consellers aún no tienen cerrado su equipo pero también porque la crisis interna que ha protagonizado Més se ha trasladado a los nombramientos de este segundo nivel.

El conseller de Medi Ambient Miquel Mir propondrá que sigan en el cargo la directora de Recursos Hídrics, Joana Garau, y el director de Residus i Educació Ambiental, Sebastià Sansó. También habrá nombramiento en la Conselleria d’Afers Socials, donde se prevén cambios, pero el problema está precisamente en el nombre de la secretaria autonómica de Universitat, sobre la que aún no hay acuerdo.

Los dos departamentos de Podemos también presentarán propuestas de algunos nombramientos, entre ellos el de Gabriel Torrens como director general de Agricultura y el de Mateu Morro en algún departamento de la Conselleria. Podemos ha recurrido a perfiles independientes para cubrir su falta de cuadros.

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Poco se sabe de los nombramientos que propondrán los consellers socialistas, aunque se da por hecha la continuidad de muchos de estos cargos. Nada se sabe sobre quién puede cubrir la Delegació de la Presidència para la Cultura, uno de los nuevos cargos del organigrama del Govern.

Los nombramientos llegan después de que este jueves se celebrara el tradicional intercambio de carteras entre los consellers salientes y entrantes. Dos de los consellers salientes hicieron doblete al entregar sus respectivas carteras. Catalina Cladera lo hizo con Rosario Sánchez e Isabel Castro y Vicenç Vidal, con Miquel Mir y Mae de la Concha.

Antoni Alorda

Antoni Alorda seguirá al frente de la Comissió Balear de Medi Ambient, a las órdenes del nuevo conseller, Miquel Mir, a pesar de que fue uno de los promotores de la famosa cena de Llubí que desencadenó la crisis de Més. Alorda fue muy criticado por un sector de la formación, especialmente entre el sector de Iniciativa-Verds, que defendió la continuidad de Fina Santiago, pero Més entiende que Alorda juega una pieza fundamental en la Conselleria por sus conocimientos técnicos. «En Més, no castigamos a la gente», aseguró uno de los dirigentes de la formación.