Imagen de uno de los puestos que protesta por la venta ambulante. | Carolina Bellver

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El Gremio de Oficios Artesanos y Artistas, integrado dentro de la Pimem, ha realizado este jueves un acto de protesta en s’Hort del Rei contra lo que han calificado como «una desmedida ocupación del espacio público por parte de vendedores ambulantes».

La presidenta del gremio, María Oliver Munar , ha recordado que «hace tiempo que nos quejamos, la pasada temporada ya fue horrorosa, pero cada vez viene más gente y cuantos más vienen más bajan nuestras cajas».

Asegura que «estamos en contacto con el Ayuntamiento, que nos nos hace promesas que no se cumplen. Hace dos semanas paso por aquí el alcalde y nos dijo que esto se tenía que arreglar, pero seguimos esperando».

También denuncia que la Policía Local no actúa, porque dicen que los que supuestamente son artesanos tienen un permiso verbal y les dejan estar en un espacio de 2×2 metros y con una mesa. Si los vendedores se colocan en algún lugar que no les corresponde, la Policía les echa «pero al cabo de 10 minutos vuelven», asegura la presidenta, quien además lamenta que casi siempre «pillan solo a los senegaleses».

Los 21 artesanos que instalan sus puestos los lunes, martes, viernes y sábados en esta zona aseguran que cada día ven como a pocos metros de ellos se instala un «verdadero mercado de vendedores y supuestos artesanos que ni pagan impuestos, ni tasas, ni seguros».

Son los primeros que se encuentran los turistas cuando llegan a Palma, y «cuando llegan a nosotros ya han pasado por 60 o 70 personas». En total, estima «cada día se llegan a concentrar unas 200 personas y ya no hablamos solo del top manta», denuncia María Oliver.

Explica que muchos de estos vendedores ambulantes vienen de países nórdicos a hacer la temporada en Palma incluso hay personas de aquí que han preferido dejar de estar asegurada y empezar a vender de forma ilegal, «porque le sale más rentable», asegura la presidenta del gremio.

Calcula que muchos de ellos, el verano pasado perdieron cerca del 50% de sus ventas por esta situación y no ven que la solución este próxima. «Ademas de que es una imagen horrorosa para la ciudad», dice María Oliver. «A este paso y de esta manera, ellos podrán comer pero nosotros deberemos recurrir a los servicios sociales», asegura.