El senador y expresidente del Govern balear José Ramón Bauzá. | Efe

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Muchos de los que acudieron a la llamada de José Ramón Bauzá el viernes en la casa de Carlos Delgado estaban este sábado deshechos, comenzando por Jaume Martínez, que "que picó como un pardillo" y por algunos que le rodeaban, como Oscar Fidalgo. La convicción de este grupo es que Bauzá los había timado. Acudieron a escuchar y luego se dieron cuenta de que les manejaba como a marionetas. Con un chiripitifláutico golpe de mano orquestado por Delgado, Bauzá le intentó robar la mochila, la merienda y los deberes a Martínez, que lleva un año y medio trabajando para articular una candidatura al congreso del partido.

"Nosotros seguiremos a lo nuestro, pasamos de Bauzá. Absolutamente. Estamos hartos de tomaduras de pelo. Miramos al futuro y no al pasado", afirmaba la mañana de este sábado uno de los hombres de confianza de Martínez. Pero el mal ya estaba hecho. Bauzá les había involucrado en su último delirio personal, precisamente el día en que Maria Salom era nombrada delegada del Gobierno, robándole todo el protagonismo. En el PP existe la convicción de que el lado oscuro y egolátra de Bauzá anda desbocado y fuera de control desde que ha hecho el ridículo en su pseudo intentona paranoide de ser ministro. "Y ahora la ha liado en el partido, de cuya presidencia salió a cajas destempladas".

Bauzá intenta el control de los no regionalista con un golpe de mano: les convoca, les dice que vuelve a presentarse a la presidencia y se erige en protagonista y líder cuando en realidad está más solo que Cagancho en Almagro. Pero "ya ha dado el golpe". La prueba está en que el viernes sólo llamó a los que podía timar. No se puso en contacto con Antoni Deudero y sus más directos colaboradores de Hablan las Bases porque sabía que Deudero es gato escaldado, que le calaría y que le podía desbaratar la jugada. Con Deudero busca hechos consumados, no juegos de manos. Pero otra cosa es Donut Martínez. A éste sí que se lo podía engullir y así lo hizo.

Miembros del PP le repetían este mismo sábado la misma frase a Martínez: "¿Pero tú porque fuiste a la reunión acompañado de los tuyos, sopardillo? ¡Te hizo el timo de la estampita! ¿No ves que está sonado? Fuiste allí como el criado que acude a a llamada del amo y entra postrado en su finca". Martínez balbuecea. Comprende su equivocación de monaguillo, pero tarde. Además a la reunión acudió Sergio Rodríguez, mano derecha de Marga Durán. Otro pitiminí...Y no faltó, como no podía ser de otra forma, el inquero Rafa Torres, para acabar de cerrar un círculo chalado que en realidad es una pompa de jabón flotando sobre un hospital psiquiátrico.

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La consecuencia de este nuevo juego de manos de Bauzá para hacer creer que tiene a parte del partido detrás (cuando hace unas semanas aseguraba que tenía a "empresarios" que querían hacerle ministro), es que la mañana de este sábado todo el regionalismo del PP tocó a coronela, a movilización general sin precedentes. No se recuerda zafarrancho de combate igual desde el desembarco de las tropas borbónicas en Santanyí en 1715. "Bauzá ha dejado como un payaso sonámbulo a Martínez y ha unido al regionalismo, verdugo de Joserra, que hasta ahora estaba dubitativo entre Company o Vidal".

Naturalmente, Joserra se ha encontrado con las puertas cerradas este sábado cuando han intentado dar su "egregia" rueda de prensa en la sede del partido, convocada a media noche del día anterior. En el PP le han pegado el portazo.

Además, solamente ver a Rafa Torres cerca de Bauzá "moviliza a Pere Rotger y sus seguidores en contra de Joserra con toda la artillería desplegada". Otro perjudicado es Miquel Vidal, que trabajaba bajo mano por una candidatura de consenso presidida por él y que ahora ha visto como Bauzá ha lanzado una granada de mano a lo loco para alimentar su ego que puede tener consecuencias imprevisibles. Biel Company es otro de los beneficiados por este absurdo provocado por un zombi que ya no toca con los pies en el suelo.

Y es que el número que está protagonizando Joserra es de Circo Price. LLama a un grupo, les dice que se va a presentar y culmina asegurando que esta gente le da su adhesión incondicional cuando es mayoritariamente falso. Ha dejado a los potencialmente suyos por tontos. Es como si el domador del circo vistiese a sus leones de mariposas.

Así es Bauzá. "Humilla todo lo que toca a partir del engaño y la falacia, solamente para alimentar su ego. Esta vez ha ido demasiado lejos. Hasta las moscas le tienen calado".