Presentación de la ruta que pretende fomentar el consumo del panecillo típico de Ciutat. | Joan Torres

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La Asociación de Bares, Cafeterías y Restaurantes de Mallorca, presidida por Alfonso Robledo, considera «muy grave» la competencia desleal hacia el sector de la restauración que están llevando a cabo algunos hornos y pastelerías de Palma que participan en la 'Ruta Llonguetera'.

«En ningún caso estamos en contra de la 'Ruta Llonguetera', que nos parece una buena iniciativa, sólo denunciamos que haya hornos y pastelerías que actúan como establecimientos de restauración cuando no lo son», ha indicado Robledo.

Es importante resaltar que muchos de los hornos y pastelerías que forman parte de esta ruta, no sólo se dedican a vender el producto en cuestión (llonguets en este caso) sino que además «han colocado mesas y sillas como si fueran bares cuando no lo son».

Restauración quiere dejar «muy claro» que no denuncian la iniciativa llevada a cabo y en la que participan 43 hornos y pastelerías de Palma, sino que haya algunos de estos establecimientos comerciales que, «a pesar de regirse por un convenio de comercio, ejercen actividades propias de bares, cafeterías y restaurantes perjudicando no sólo al sector sino a los trabajadores que están ejerciendo de camareros cuando sólo son vendedores y, por lo tanto, no tienen los mismos derechos que un trabajador de la restauración».

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«El 90% de panaderías hace competencia desleal»

Asimismo, según denunciaron patronal y sindicatos, el 90 por ciento de panaderías de Baleares, a pesar de estar regidas por un convenio de comercio sus trabajadores están ejerciendo actividades propias de bares, restaurantes y cafeterías «cometiendo competencia desleal, fraude y perjudicando gravemente a sus trabajadores» ya que trabajan en desigualdad de condiciones que el resto del sector de restauración.

«No nos importa que vendan alimentos y bebidas para que el cliente se lo lleve, pero si hay servicio de mesa eso ya es una competencia desleal muy fuerte, porque al tener el convenio de comercio pueden poner precios más bajos que el resto de empresarios que tenemos convenio de hostelería no nos podemos permitir», ha declarado Robledo.

Si esto sigue así, ha añadido, «pueden acabar desapareciendo las cafeterías de toda la vida porque los empresarios optarán por poner antes un horno con cuatro mesas y sillas que un bar que sale, como poco, un 35 por ciento más caro».

«La administración tiene que tomar cartas en el asunto y una vez pasen las elecciones iremos conjuntamente con los sindicatos para exigir que esta competencia desleal que nos afecta a todos acabe de una vez por todas», ha concluido.