Gómez y Bauzá conversan por separado con periodistas en el brindis del Consolat.

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El president del Govern, José Ramón Bauzá, aseguró ayer que su relación con el vicepresidente y conseller de Presidència sigue siendo la misma y que «naturalmente» no le desautorizó cuando se acercó al diputado Antoni Pastor para decirle que no le gustó el tono que utilizó en una réplica parlamentaria durante el debate de la Llei de Símbols.

«Es verdad que a mí no me gustan esas cosas pero no fui a pedirle disculpas», aseguró el president en una conversación posterior a su intervención para felicitar las fiestas a los medios de comunicación.

Según el president, se demarcó del estilo de uno y de otro. Dijo que así se lo comentó a Pastor.

Previamente, en la comparecencia que sigue al Consell de Govern, la portavoz del Ejecutivo, Núria Riera, aseguró que «el president no pidió disculpas y recriminó a los dos».

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Defendió a Bauzá

Bauzá evitó la expresión «recriminó» y optó por enfriar la polémica. Según Bauzá, «a mí no me gusta este estilo para los debates parlamentarios, y a la ciudadanía tampoco».

Antoni Pastor, después de ser informado de que el president hubiera negado haber pedido disculpas, dijo ayer que él sí se tomó las palabras de Bauzá como una disculpa, «y la acepte».

También el vicepresidente Gómez se refirió ayer a la polémica. Afirmó que no se sentía desautorizado e insistió en que lo único que hizo fue recordar a Pastor que él había militado en el PP y que estaba fuera de lugar el modo en que se refería a Bauzá. Lamentó «las alusiones personales».