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El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, defendió ayer el trabajo del fiscal Pedro Horrach y aseguró que su gestión en el ‘caso Nóos' ha sido «impecable». Torres-Dulce se desplazó ayer a Palma para asistir a la clausura del XIX congreso de la Asociación de Fiscales, un acto al que también acudió el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, el president del Govern, José Ramón Bauzá, y la delegada del Gobierno, Teresa Palmer.

A preguntas de los periodistas, el fiscal general negó que haya habido presiones de ningún tipo para recurrir la imputación de la infanta Cristina y además lo hizo el día que había sido citada a declarar como imputada por parte del juez Castro.

Informe

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Torres-Dulce defendió la independencia de su departamento y aseguró que tampoco ha recibido ninguna petición de la Jefatura del Estado para que la Infanta sea tratada de manera extraordinaria, por lo que tampoco él ha hecho ningún informe en el que pida semejante diferencia de trato.

Torres-Dulce insistió en todo momento en que su departamento no ha recibido indicaciones en esta línea y negó que él a su vez de órdenes a los fiscales de las Islas. «He sostenido la plena autonomía del Ministerio Fiscal y de los fiscales y son ellos quienes toman las decisiones», señaló.

En su intervención en la clausura del congreso, el ministro también se refirió a la necesaria independencia de los fiscales y aseguró que la nueva ley de enjuiciamiento que prepara el Gobierno irá en esta línea ya que serán los fiscales quienes lleven la instrucción de los casos y no el juez, como sucede ahora.

«La voluntad es que no haya intromisión del poder político en las investigaciones, máximo cuando el poder político puede ser una de las partes investigadas», señaló Ruiz-Gallardón. La propuesta del Gobierno es aceptada en principio por los fiscales, si bien ayer pidieron al ministro que retire algunas de las tutelas sobre la labor de los fiscales que prevé el proyecto de ley.