En un comunicado, los socialistas han informado que han registrado 90 enmiendas parciales, la mayoría de supresión, al anteproyecto de ley de nuevos impuestos, y una enmienda a la totalidad.
«No podemos eliminar el impuesto de la leche porque es un bien de primera necesidad y cargarlo al agua, que igualmente es un producto de consumo básico», ha explicado el diputado Antoni Diéguez.
Según el parlamentario, si la idea del Govern es excluir de este sobrecoste los productos más básicos, el agua embotellada también tendría que eliminarse del nuevo gravamen.
Por ello, éste será el objetivo de una de las 90 enmiendas que ha registrado el PSIB al anteproyecto de ley de los nuevos impuestos, que será tramitada en las próximas semanas en el Parlament.
Los socialistas han presentado 77 enmiendas de supresión y una enmienda a la totalidad, lo que demuestra su «profunda oposición» al anteproyecto de ley. Asimismo, han registrado diez enmiendas de modificación y tres de adición para que estos impuestos sean «más progresivos y justos».
Según los socialistas, esta nueva normativa «viene cargada de impuestos regresivos» que afectan directamente al consumo de las familias y que, en un momento de crisis como el actual, «acabarán de enfriar la economía hasta un punto insostenible».
El PSIB ha reiterado que los nuevos impuestos trasladarán a los consumidores un incremento del coste de la vida que muchas familias no se pueden permitir. En este sentido, ha apuntado que el impuesto de las grandes superficies también afectará a las familias, mientras que el de los coches de alquiler ya ha supuesto la huída de las grandes empresas a la Península.
«Ante este ataque impositivo regresivo, injusto y antisocial, los socialistas han presentado alternativas mucho más progresivas y justas, de acuerdo con la filosofía de que pague más quien más tiene», ha remarcado el partido.
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