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Todas las miradas estarán hoy pendientes del diputado del PP Antoni Pastor. Esta mañana tiene que decidir si vota con su grupo y rechaza las enmiendas que la oposición ha presentado a la Llei de Funció Pública que rebaja el nivel de exigencia del catalán o se desmarca de la tesis oficial y se arriesga a ser expedientado y a que se le abra un procedimiento de expulsión.

Hoy se celebra el último pleno ordinario (aunque ya se ha habilitado un periodo extraordinario de sesiones) y la oposición quiere que, por primera vez, se escenifique una discrepancia pública en el pleno.

El Grupo Popular, con 35 escaños (en está página se incluye el listado completo de diputados y diputadas) tiene asegurada la mayoría absoluta haga lo que haga Pastor (el único diputado que pidió a José Ramón Bauzá libertad de voto) y su portavoz, Mabel Cabrer, volvió a lanzar ayer una advertencia clara al parlamentario 'díscolo': dijo que confiaba en su «madurez democrática» y le recordó que el congreso del PP de hace pocos días había validado la propuesta sobre la lengua.

Bauzá llama a sus afines

Técnicamente hoy no se vota la Llei de la Funció Pública (que reforma la Llei de Normalització Lingüística y hace que el catalán pase de requisito a mérito para acceder a determinados puestos de la Administración), sino las enmiendas presentadas por el PSM y el PSIB. Pero un voto favorable de Pastor a esas enmiendas (e incluso una abstención) sería vista en clave de 'declaración de guerra' por el PP.

PSIB y PSM-Iniciativaverds acusaron ayer al Partido Popular de «romper el consenso lingüístico» y de vulnerar el Estatut d'Autonomía. Por eso, Francina Armengol (PSIB) pidió al PP que dejara votar en conciencia. El PSM anunció que solicitará al presidente de la Cámara, Pere Rotger, que la votación sea secreta. Cabrer dio a entender que rechazaría estas propuestas y que «la votación será normal».

Cabrer, además, aprovechó para cargar contra Armengol. Dijo que era el PSIB quien debería dar libertad de voto ya que «la mayoría de su electorado no está de acuerdo con la radicalidad de Armengol».

Pastor, según informó Guiem Mas , se quejó ayer ante Cabrer. Le reprochó que no hubiera reservado plaza para que ediles de Manacor pudieran seguir el pleno desde la tribuna del público. Bauzá ha movillizado a sus afines para que le apoyen.