Carmen Castro. | Pere Bota

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Carmen Castro Gandasegui (Barcelona, 1958), consellera de Salut, Família i Benestar Social, reconoce que «estamos viviendo momentos complicados» y que, como Govern, «hemos tenido que tomar decisiones muy difíciles» y que, acepta, a veces son difíciles de entender por los ciudadanos de Balears.

—¿Por qué han decidido cerrar los hospitales Joan March y General? ¿Cómo se llevará a cabo el cierre de los hospitales?
—Nuestro objetivo, desde el principio de la legislatura, y así lo recogíamos en nuestro programa electoral, es que el antiguo hospital de Son Dureta sea un espacio sociosanitario y así se aprobó en el Parlament y todos los grupos políticos están de acuerdo con este objetivo. Hemos tenido que tomar la decisión porque estos dos hospitales forman parte de la empresa pública Gestió Sanitària de Mallorca (Gesma) y son edificios que tienen muchos años y su mantenimiento cuesta mucho dinero cada año a IB-Salut. De hecho, este año estaba prevista una inversión de 700.000 euros sólo en mantenimiento. Las cubiertas del General tienen filtraciones que pueden dañar la estructura, y ambos hospitales tienen toda una serie de deficiencias que nos han hecho tomar ésta decisión. En una primera fase cerraremos el Joan March, pero quiero insistir en que no se perderán camas ni ninguno de los programas asistenciales que se están llevando a cabo actualmente. Los pacientes se trasladarán a Verge de la Salut, Creu Roja o a Sant Joan de Déu, y, en una segunda fase, el año que viene, los pacientes del General se trasladarán ya a Son Dureta.

Los trabajadores de ambos hospitales han organizado acciones de protesta e incluso un encierro en el Joan March. ¿Esperaban esta reacción del personal?
—Les diría que yo entiendo que la decisión que hemos tomado es muy difícil, dura y que a ellos no les haya gustado. Pero tenemos que controlar el gasto desmedido en Sanidad. Durante años se ha gastado mucho más de lo que teníamos. Y tienen que entender que hacemos todo esto para que el sistema sea viable, porque si no, no podremos mantener abierto ningún hospital. Lo hacemos para poder preservar la asistencia a los ciudadanos y los puestos de trabajo al personal fijo, que están totalmente asegurados, y al personal interino, también lo estudiaremos uno por uno y aseguraremos el puesto de trabajo al mayor número de personas posible.

—La UGT denunció ayer que el Govern tiene pensado vender el hospital Joan March. ¿Lo van a vender?
—Ni yo me he planteado esta posibilidad, ni nadie del Govern ha dicho que se vende el hospital.

—¿Tienen previsto privatizar los hospitales de Inca y Manacor?
—No tenemos previsto privatizar ningún hospital.

—Pero sí que tienen previsto alquilar quirófanos y habitaciones del Hospital Son Espases.
—Así es. Nos hemos encontrado con un hospital que se inauguró con muchas prisas; con modificaciones que nos cuestan y nos costarán, durante años, mucho dinero a todos los ciudadanos. Un hospital que tiene espacios y tecnología puntera que están infrautilizados y lo que queremos hacer es rentabilizarlo, muy parecido a lo que ya se está haciendo en el Clínico de Barcelona. Es una medida pensada para rentabilizar la tecnología como el robot Da Vinci.

—Los sindicatos sostienen que ésta medida supondrá incrementar, todavía más las listas de espera. ¿Los usuarios de la sanidad pública tardarán más en ser atendidos en Son Espases?
—No. Estamos hablando de espacios que no se utilizan. No aumentarán las listas de espera. Esta medida en ningún momento irá en detrimento de los pacientes de la sanidad pública. No se alquilará un quirófano que se necesite para operar a pacientes del IB-Salut.

—¿Hay médicos y seguros privados interesados en utilizar las instalaciones de Son Espases?
—Ahora lo que hemos hecho es tomar unas medidas generales que, en una segunda fase, se implementarán y empezaremos a mirar todas las posibilidades.

—¿Por qué han decidido que el párking de Son Espases sea finalmente de pago?
—En el contrato de la concesión hay una cláusula que obliga a la Comunitat Autònoma a pagar un millón de euros anuales a la concesionaria mientras no pueda explotar el párking. Se ha estudiado si legalmente lo podríamos dejar de hacer, pero no es posible. Hay 936 plazas gratuitas para el personal, y ahora se tiene que adecuar el recinto y en unos meses se pondrá en marcha.

—¿Cuántas camas cerrará Son Espases este verano?
—Un máximo de 140 camas, del 15 de julio a finales de septiembre. Medio mes más de lo que se hacía habitualmente.

—¿Cuánto dinero piensan ahorrar con la modificación de los horarios de los centros y unidades básicas de salud?
—Hemos previsto un ahorro de 1,7 millones de euros para este año 2012. Lo hemos hecho porque un 88% de la demanda está entre las 8.00 y las 17.30 horas, pero los ciudadanos estarán tan bien atendidos como siempre, porque la actividad de los PAC empezará a las 17.30 horas. Lo que quiero dejar claro es que no se dejará de atender a nadie.

—Muchas de las medidas que han tomado afectarán a los sueldos de los empleados de la sanidad púbica ¿No cree que ya están suficientemente castigados por los sucesivos recortes?
—Uno de cada dos euros del presupuesto de Salut se destina a personal. Entiendo que es pedir un sacrificio añadido al personal, pero quiero recordar que son medidas temporales. El pago de nóminas le supone al IB-Salut un gasto de 57,4 millones de euros mensuales. La intención es poner un poco de control en algunas cosas como, por ejemplo, el complemento de productividad, que nos hemos encontrado casos en los que no estaba justificado y lo que hemos hecho es retirarlo e intentaremos poner orden y que cobren estos complementos quienes realmente tienen que cobrarlos.

—¿Cuál es su opinión sobre la reforma sanitaria aprobada por el Gobierno central?
—Creo que la reforma sanitaria es una reforma muy valiente que lo que hace es asegurar el sistema sanitario nacional público. No hay copago sanitario, aunque se haya dicho lo contrario. Hay un punto en esta reforma que nos afecta mucho: el turismo sanitario, que en nuestra Comunitat es un gasto muy importante y así se racionalizará.

—¿Usted opina que los inmigrantes sin papeles saturarán las urgencias?
—No. Serán atendidos en urgencias y no habrá problemas para hacerlo.