José Manuel Carrillo, director general de RTVM, el día que el Consell acordó el cierre. | M. GARCIA

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La enrevesada historia de Televisió de Mallorca, su proceso de liquidación y la deuda que tiene con las productoras audiovisuales parece no tener fin.

El último episodio es que el embargo provisional de la cuenta de proveedores de [M] ha impedido que los 900.000 euros que el departamento de Hacienda del Consell de Mallorca transfirió a Radio i Telelevisió de Mallorca para pagar parte de la deuda con las productoras hayan llegado a sus destinatarios finales. Han quedado 'bloqueados' en las cuenta y las productoras no han cobrado.

Josep Mallol, gerente de la Asociació de Productores d'Audiovisuals de les Illes Balers (Apaib), explicó ayer que la dirección de [M] les informó el pasado martes de que no pueden disponer de la cantidad ingresada en la cuenta ya que un informe jurídico les ha alertado que ante el embargo provisional dictaminado por un juzgado a instancias de Fomento por la anulación de la compra de la finca de Son Puig no pueden hacer efectivo el pago.

La puntilla

«Esto ya es la puntilla, en un escándalo», dijo el gerente de Apaib que destacó que la situación por la que atraviesa el sector audiovisual por los impagos es crítica. «Si la pasada semana estábamos muy esperanzados, la noticia ha caído como un jarro de agua fría», indicó.

Esta mañana, durante la reunión del consejo de administración de Radio i Televisió de Mallorca, se celebrará una concentración organizada por representantes de las productoras. La cita es a las 9,30 de la mañana ante la sede central de la televisión, en la torre de Asima en el polígono de Son Castelló.