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El expresidente del Govern Jaume Matas negó ayer en el transcurso de la segunda sesión de la vista del primer juicio por una pieza separada del ‘caso Palma Arena' que se celebra en la Audiencia de Palma, haberse lucrado con el dinero percibido a través de un concurso sin publicidad adjudicado a Nimbus, y por el cuál, fue remunerado el periodista que le redactaba los discursos, Antonio Alemany. Trasladó la responsabilidad de los hechos objeto de la vista oral, en especial, el supuesto concurso amañado con Nimbus, a «los órganos de contratación» del Ejecutivo.

Matas dijo a los magistrados de la Sección Primera de la Audiencia que su equipo de colaboradores más cercanos (Dulce Linares, María Umbert y Joan Martorell (que declararon en la primera jornada del juicio) le incrimina «por el pacto con la Fiscalía». En esos supuestos pactos también involucró al administrador de Nimbus, Miguel Romero. «Se inventa (Romero) una llamada de mi secretaria, que en paz descanse, para que nos reuniésemos en el Consolat para abordar el asunto (la convocatoria de un concurso ‘pantalla' que se adjudicará Nimbus para enmascarar los pagos a Alemany) cuando nunca existió ese encuentro», indicó.

Matas, defendido por el abogado Antonio Alberca, declaró por la tarde, inmediatamente después de Alemany, cerrando el turno de deposiciones de los seis acusados. Hoy está previsto un descanso, y el juicio se reanudará mañana con las declaraciones de los testigos.

El fiscal anticorrupción Pedro Horrach intentó probar ayer que la relación privada entre Matas y Alemany fue pagada con fondos públicos, ya que el expresidente y el periodista acordaron, supuestamente, imputar ese pago al erario de la Comunitat Autònoma.

Discursos

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En relación a su relación con Alemany, Matas explicó que le conoce desde que era conseller de Hisenda, época en la que no le hizo ningún discurso, si bien sí a partir de cuando fue nombrado ministro de Medio Ambiente (1999), «el más emblemático el del Plan Hidrológico Nacional», subrayó.

Añadió que con posterioridad, Alemany volvió a ponerse en contacto con él y de forma gratuita le elaboró el discurso de investidura como presidente del Govern, en el año 2003.

De hecho, Matas ha incidido en que tras ser elegido jefe del Ejecutivo autonómico «tenía voluntad de recuperar la figura de Alemany, ya que era algo bueno y positivo para la Comunitat Autònoma por su experiencia y currículum como redactor y aportaba un plus añadido a la imagen de Balears», señaló.

Matas se enfrenta a una petición de 8,5 años de cárcel solicitada por las acusaciones por su supuesta participación en cinco delitos: malversación de caudales públicos continuada, prevaricación, fraude. falsedad en documento oficial y tráfico de influencias. El fiscal le preguntó, asimismo, si conocía el régimen de incompatibilidades por el que si era contratado como asesor no podía facturar a la Administración ni cobrar subvenciones, a lo que Matas respondió: «Me trae sin cuidado, no forma parte de mi trabajo».

El juicio de la pieza separada número 2 del ‘caso Palma Arena' continuará mañana, jueves, en la Sección Primera de la Audiencia con la declaración de los testigos, entre ellos, la exvicepresidenta del Govern y eurodiputada, Rosa Estaràs.