La consellera de Salut, Carmen Castro, hoy durante su comparecencia en el Parlament. | M. Mar García

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La consellera de Salud, Familia y Bienestar Social, Carmen Castro, confía en que su departamento no necesite más de los 1.302 millones de euros presupuestados para 2012 en unas cuentas que ha calificado de «reales y creíbles», si bien el PSIB-PSOE insiste en que al menos le faltarán 200 millones.

El nuevo ejecutivo autonómico ha prescindido de los «gastos superfluos» en salud realizados por el anterior Govern, los ajustará a sus necesidades y pagará a los proveedores, a quienes el anterior Ejecutivo del PSIB-PSOE les adeudaba en junio 518 millones de euros.

Los diputados socialista Vicenç Thomàs y del PSM-IV-ExM Fina Santiago han aseverado que las cuentas de Salud ni son «reales» ni «creíbles», recortan prestaciones sanitarias, establecen por primera vez en España el copago al cobrar a los ciudadanos por la expedición de la tarjeta sanitaria y reducen las partidas para asuntos sociales y atención a la dependencia.

Incremento del 3 por ciento

La titular de la Conselleria ha comparecido hoy en comisión en el Parlament para explicar las cuentas de su departamento del próximo año, que suben por primera vez en tres años, en concreto un 3,1 %, y que mantienen todas las prestaciones sanitarias, ha asegurado Castro.

Uno de cada cuatro euros de gasto no financiero se dedicarán a políticas sociales, crece el presupuesto del Servicio de Salud de las Islas Baleares (Ib-Salut) en un 3,2 % hasta los 1.187 millones y se mantiene en 94,8 millones de euros la partida para familia, bienestar social y colectivos en situación de riesgo, fruto del compromiso del Govern con las políticas sociales.

En una situación de crisis económica y con una deuda de la Comunidad de miles de millones, el Govern dedica el próximo año a la Conselleria de Salud el 35,4 % de su presupuesto, ha explicado Castro, quien se ha referido al «grandísimo esfuerzo» que se ha realizado para «asegurar los servicios públicos básicos del Estado de Bienestar».

En el capítulo del Ib-Salut, Castro ha repasado las medidas de ahorro que ya se están aplicando como la disminución de altos cargos, si bien ha insistido en que se mantendrán todas los servicios sanitarios que se vienen dando hasta ahora y se apostará por la promoción de la salud, aunque no se acometerán nuevas infraestructuras.

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Pagos garantizados

También ha garantizado tanto el pago a las farmacias de los medicamentos públicos como el traslado de los pacientes entre las islas o a la Península, algo que no se hizo al final de la pasada legislatura, ha recordado.

Por parte de la oposición, Thomàs le ha advertido a la consellera de que el dinero presupuestado no le bastará y que el mismo director general de Presupuestos del Govern (Antoni Costa) reconoció hace unos días que a Salud le faltan 200 millones para afrontar el próximo año.

En opinión del exconseller de Salud, Castro no ha sabido «negociar» su presupuesto dentro del Govern. Thomàs ha criticado con severidad el «copago» que supone que los ciudadanos deban abonar próximamente por hacerse la tarjeta sanitaria, gracias a lo cual la Administración sanitaria recaudará unos 10 millones de euros en dos años.

Castro le ha respondido que se trata de una «tasa» al igual que se abona cuando los ciudadanos se hacen el DNI y que el «verdadero copago» fueron los 2,9 millones de euros que se gastó el Govern anterior para hacer la «montañita» que hizo en Son Espases, ha dicho en relación al montículo llevado a cabo para que el hospital no se viera desde el Monasterio de la Real.

Atención a la dependencia

Por su parte, Santiago ha denunciado que el Govern ha presupuestado 12 millones de euros para atención a la dependencia cuando la realidad es que se necesitarán 32 millones, los que demuestra que las cuentas presentadas hoy no se corresponden a la realidad.

Santiago ha criticado que Castro se ha limitado a leer la memoria de objetivos de su departamento sin pormenorizar los gastos y le ha preguntado cómo se puede cobrar 10 euros a cada usuario del Ib-Salut por una tarjeta sanitaria cuyo valor es de 0,30 céntimos.

Por parte del PP, la diputada Catalina Palau ha reconocido que este presupuesto no es el «ideal» debido a la coyuntura de crisis económica y la deuda pública, si bien ha destacado que el Govern está actuando con responsabilidad y sin engañar a nadie.