El director del Centre de Recerca Econòmica, Antoni Riera. | Teresa Ayuga

TW
25

La economía balear ha salido de los números rojos al registrar un crecimiento del 0,3 por ciento interanual en el segundo trimestre, pero requiere de una reforma estructural de la administración pública a medio plazo y de una política presupuestaria que ataque el déficit, según afirmó ayer el director del Centre de Recerca Econòmica, CRE, entidad dependiente de la UIB y Sa Nostra Caixa de Balears, Antoni Riera.

«Balears continúa sumida en un persistente estancamiento económico que sólo se aligera por el inicio de la temporada turística; de hecho, las Islas no han conseguido hasta el segundo trimestre entrar definitivamente en el terreno positivo, después de retroceder a un ritmo real del 0,1 por ciento en el primer cuarto del año», indica el informe de coyuntura del CRE.

De hecho, el estudio advierte de que únicamente un 22 por ciento de los indicadores económicos crecen o se aceleran, lo que supone que sólo una cuarta parte de la economía avanza y tres cuartas partes sigue en ritmos de decrecimiento, destacó Riera.

El director del CRE indicó que la mejora económica se ha producido básicamente como consecuencia del crecimiento en el número de llegadas turísticas, del 31,5 por ciento en el mes de abril y del 9,5 por ciento en mayo.


Riera atribuyó esta recuperación en la afluencia turística a la contención de los precios hoteleros y al posicionamiento de Balears como destino seguro» en un contexto de conflictos de sus destinos competidores del Mediterráneo.

Según el director del CRE, el aumento de la rentabilidad hotelera, con una mejora del RevPAR (Precio Medio por habitación disponible) del 20 por ciento, descansa sobre una mejora de la ocupación por precios constreñidos, con un precio medio de 55 euros, «uno de los más bajos de la serie histórica».

Noticias relacionadas

La economía mejora gracias al sector servicios, que supone el 80 por ciento de la economía y que ha logrado aportar décimas positivas al registrar un crecimiento del 0,2 por ciento en el primer trimestre y del 0,7 por ciento en el segundo.

La construcción y la industria siguen inmersas en sus respectivos procesos de ajuste, con descensos del 2,6 por ciento y del 0,8 por ciento en el segundo trimestre, y tardarán «mucho tiempo» en aportar algo positivo al conjunto de la economía.


La demanda

Por el lado de la demanda, Antoni Riera subrayó que el consumo privado «sigue malherido» con un estancamiento en el primer trimestre y un crecimiento del 0,4 por ciento en el segundo. Indicadores como las ventas del comercio al por menor, de gasolinas o el consumo de tarjetas de crédito siguen en negativo.

En cuanto a la inversión, el informe del CRE indica que experimenta crecimientos negativos en los dos primeros trimestres del año, del 3,6 y del 3,5 por ciento, al estar muy afectada por la persistencia del proceso de reajuste del sector de la construcción.

Al mismo tiempo, las exportaciones, registraron una caída del 34 por ciento en el segundo trimestre.