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Ayer por la tarde, y por espacio de dos horas, con el aforo del Teatre Xesc Forteza lleno al completo, se celebró Ballant amb la Fundacio Vicenç Ferrer, un espectáculo de baile oriental cuyos beneficios fueron a parar a la citada fundación.

En realidad, fue algo más que una exhibición de danzas orientales, ya que éstas, en según qué momentos, se fusionaron con el flamenco, el tango y el tribal. Abrió y cerró el festival Danza Mayurca. Y entre apertura y clausura, hubo hasta once grupos de danza diferentes, que bailaron durante cinco minutos -no más, ya que si no la velada se hubiera prolongado por mucho tiempo más-, cuatro de ellos, Raks al nur con Black Jack, Baraka, Luis Simon y Leilah, y Derbulkai y Fortuna lo hicieron al son de la música en directo, mientras que el resto danzaba con música oriental enlatada.

Hay que decir que todas las bailarinas de las doce formaciones son mallorquinas, donde este tipo de danza tiene bastantes adeptos, incluso una escuela, y al margen de estos festivales, existen diferentes lugares donde pueden bailar, como el Kakade, que es un restaurante, y el Tetena Hotel Lido.

En ocasiones, el problema radica en conseguir la música. La que hay en la Isla es poca y no de la buena, de ahí que aprovechan los viajes a Marruecos y Egipto para conseguirla

La intención era, una vez hecho frente a todos los gastos, conseguir unos dos mil euros. «Puede que los alcancemos», dijo Anais Ruiz, Princesa Kala como bailarina, ya que por internet «habíamos vendido esta mañana cerca de sesenta entradas», aseguró.