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Durante la primera quincena del próximos mes de septiembre, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene previsto convocar una nueva reunión con sindicatos y patronales para reanudar la mesa de diálogo social con la Ley de Economía Sostenible como telón de fondo. El anuncio adquiere una especial trascendencia ya que, por primera vez, también está previsto el concurso de la comunidades autónomas por medio de la conferencia de presidentes; una manera de comprometer al conjunto del Estado en un tema de tanta trascendencia teniendo en cuenta la actual coyuntura económica.

Rodríguez Zapatero ha dejado claro, desde el primer momento, que la reanudación del diálogo social no es un pretexto para acometer una reforma del actual marco legal de las relaciones laborales en España. Sobre este punto, en el que los empresarios se muestran más inflexibles, desde el Gobierno sólo se está dispuesto a aceptar modificaciones muy puntuales, destinadas, precisamente, a reducir los elevados índices de precariedad laboral existentes en nuestro país. La pugna entre el Gobierno y los empresarios puede marcar el inicio del próximo curso político.

Sería deseable que la mesa de diálogo social se convirtiese en un pretexto para que los principales agentes, empresarios y sindicatos, supiesen estar a la altura de las graves circunstancias en las que se encuentra la economía española. Ahora es el momento de buscar soluciones y huir de los oportunismos que brinda un panorama tan desolador como el de la crisis, perfecto caldo de cultivo para soliviantar los ánimos cuando de lo que se trata es de encontrar soluciones para salir cuanto antes del atolladero.