A Nora Rubio Coquillat los Reyes le trajeron un pequeño poni, la cuna y el cochecito de Nenuco además de ropita.

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os niños tuvieron ayer un despertar de reyes. Tras una noche de emociones provocadas por la visita de los Reyes Magos a todos los rincones de la Isla y que los pequeños pudieron presenciar gracias a las distintas cabalgatas, llegó la mañana de las ilusiones convertidas en realidad. Los pequeños fueron muy madrugadores y a ninguno le costó levantarse de la cama para ir a toda prisa a comprobar lo que Sus Majestades le habían dejado mientras dormían. Tras abrir los paquetes, los gritos de alegría y las risas se sucedieron en todas las casas. Además, los chavales comprobaban si Melchor, Gaspar y Baltasar habían comido las galletas y habían bebido la leche que les habían dejado antes de acostarse para que continuasen el cansado pero gratificante recorrido de casa en casa para que ningún niño se quedase sin su regalo.

Como cada año, los Reyes no escatimaron en regalos y procuraron traer a los niños lo que habían pedido en sus cartas.