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Balears es la comunidad autónoma que registra la mayor tasa de abandono escolar a los 16 años, con un 21,7 por ciento de abandonos, casi el doble que la media nacional, que es del 12,2 por ciento, y a años luz de la comunidad situada en mejor posición (incluyendo Ceuta y Melilla) en este indicador, que es el País Vasco, con una tasa del 2,2 por ciento.

Este es uno de los resultados más alarmantes de la situación de la educación en las islas que revela el estudio «La educación en Balears: datos para una reflexión», realizado por el catedrático de Instituto Andreu Crespí para el Programa de Orientación y Transición a la Universidad (POTU), para el que ahora trabaja.

De un total de quince indicadores que recoge este trabajo, las Islas ocupan la última o alguna de las últimas posiciones en todos ellos, incluido el referido a la esperanza de vida escolar, que determina cuántos años van a estudiar los escolares de una comunidad, y que en el caso de los estudiantes baleares es de 12,5 años a partir de los 6 (edad de inicio de la escolarización obligatoria), es decir, hasta los 18,5 años, frente a una esperanza de vida escolar media de 14,5 años, dos años más que aquí.

La investigación de Crespí, realizada en base a las cifras del curso 2004-05 (el último con que se puede realizar la comparación con los datos de las demás autonomías), fija también la tasa de idoneidad a los 8, 10, 12, 14 y 15 años, término que indica el porcentaje de alumnos de una determinada edad que estudia el curso que le corresponde. Y, explica el autor, «en todos los casos, las islas están por debajo de la media nacional y ocupando los últimos puestos del ránking». «Es impactante comprobar que la tasa de idoneidad a los ocho años es del 91,2 por ciento, lo que quiere decir que a esa edad ya tenemos que casi 9 de cada 100 alumnos ya no están en el curso que les corresponde por edad (3º de Primaria) porque han repetido algún año».

La tasa bruta de graduación de ESO, otro de los indicadores, refleja el número de alumnos, tenga la edad que tengan, que se gradúan en relación a la población de esta edad y en el caso de Balears es del 61,4 por ciento, frente al 70,4 por ciento de media nacional. La evolución desde el curso 1999-2000 demuestra, además, que ese porcentaje desciende cada año y que es más bajo entre varones que entre mujeres.

La tasa bruta de acceso al Bachillerato refleja el número de alumnos que se matricula en este nivel independientemente de la edad que tengan en relación a los alumnos que tienen la edad idónea para cursar estos estudios postobligatorios y, en este caso, de nuevo las islas están en penúltimo lugar, con una tasa del 48,9%, frente a la media del 61,3.

Los resultados de este estudio, que ya ha sido entregado a los nuevos responsables de la Conselleria d'Educació para su consideración, hacen evidente la necesidad de poner en marcha cuanto antes medidas para mejorar el rendimiento escolar de los alumnos, aseguró Crespí.

En opinión de este experto, que las islas cosechen siempre estos malos resultados en los estudios sobre rendimiento escolar «no se justifica en el gasto por alumno, pues no gastamos menos, sino por la singularidad de nuestro modelo socioeconómico».

La esperanza de vida escolar a los seis años es el número medio de años que previsiblemente una persona estará escolarizada de acuerdo a la tasa neta de escolarización que existe en cada edad. Es un índice que globalmente indica la participación de la población en la escolarización. En España, la esperanza de vida escolar es más alta en las mujeres que en los hombres. La esperanza más alta, según el estudio presentado, la registran el País Vasco y Castilla y León, con 15,5 años cada una.