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Los más pequeños de Sóller participaron ayer en una rueta en la que asistieron casi todas las guarderías y centros escolares. El Carnaval en Sóller se vivió con especial fantasía. Brujas, hadas, magos y algún que otro Harry Potter fueron los disfraces que destacaron en el recorrido, muy animado también por la participación de una divertida comparsa de pequeños bailarines.

Algunos en brazos de sus padres y otros agarrados a una cuerda para no perderse, los niños llegaron hasta la plaza de la ciudad donde se realizó una gran fiesta para ellos.

R.D.