TW
0

Los miembros del nuevo Consell Episcopal tomaron posesión ayer de sus cargos, en una ceremonia que se celebró en la Capella de Sant Pere de la Casa de la Iglesia y que estuvo presidida por el obispo de Mallorca, Jesús Murgui. La nueva estructura introduce una Vicaría General bicéfala, con Lluc Riera Coll, como vicario general y moderador de la Curia, y Rafel Umbert Sureda, como vicario general para el Territorio. Junto a ello, Joan Servera Terrassa repite como vicario episcopal de Asuntos Económicos, Teodor Suau Puig es el nuevo vicario episcopal para la Formación, Antoni Mercant Morey es el secretario diocesano de Pastoral y Ramon Lladó Rotger es consultor del Consejo Episcopal para el Clero, un cargo de nueva creación. La ceremonia comenzó con unas palabras del vicario general saliente, Andreu Genovart, y de uno de los dos vicarios generales entrantes, Lluc Riera, «y es que para sustituir a Genovart el obispo ha tenido que designar a dos personas», bromeó este último.

Por lo que se refiere al resto de cargos, el obispo confirmó en sus puestos «a todo el personal de la Curia que no ha recibido un nombramiento individual». Lluc Riera y Rafel Umbert afirmaron que la nueva estructura persigue «realizar un servicio más eficaz y sencillo, que permita una mayor cercanía», aunque sin ruptura con el anterior equipo. En julio se reunirá por primera vez el Consell «para establecer una programación de trabajo». Entre los retos a los que deberán enfrentarse, Umbert evidenció que está «la secularización de la sociedad mallorquina» por lo que, añadió, «se necesita dar mucha importancia a los valores cristianos a través de los sacerdotes» de los que, reconoció, «cada vez hay menos». Ante el fenómeno inmigratorio, puntualizó que «aunque es un reto para la Iglesia, también es una riqueza gracias a la gran cantidad de personas venidas de Sudamérica, y eso se ha notado en las parroquias». Por último, en referencia a polémicas recientes que han enfrentado a parte de la sociedad con la Iglesia, como la provocada por el matrimonio entre homosexuales, tanto Umbert como Riera aclararon que «el Evangelio defiende unos valores que pueden estar más o menos de acuerdo con el momento actual, y nosotros tenemos la voluntad de predicarlos con la máxima voluntad y respeto».

Genovart deseó al nuevo gobierno «no sólo suerte y acierto, sino también que sepa responder a los nuevos retos que nuestra Iglesia y la sociedad mallorquina plantean hoy». Por su parte, Riera enfatizó que «este Consell es una continuidad y un relevo del anterior, ya que cambian las personas pero el obispo, que es quien marca las directrices, es el mismo». Jesús Murgui agradeció al equipo saliente la labor realizada durante la transición vivida con motivo del fallecimiento del obispo Teodor Úbeda. Para dejar constancia de este reconocimiento, Murgui hizo entrega de unas placas a Andreu Genovart, Joan Servera, que repite en el cargo de vicario episcopal para Asuntos Económicos; Jaume Alemany, que ha dejado el puesto de vicario episcopal para la Part Forana, y Bartomeu Tauler, ex vicario general para Palma y ex secretario diocesano de Pastoral. El prelado confirmó que ha habido muchos nombramientos nuevos, pero anunció que ha ofrecido al vicario judicial, Antonio Pérez, «seguir en el cargo durante otros dos cursos, hasta el momento de su jubilación». De igual modo, a petición suya, el actual ecónomo, Pere Torres, «continuará un curso más», y también lo harán el canciller, Joan Darder, y la vicecancillera, Pilar Fiol.