Palma: cambios en la depuración

La actividad de la instalación, ubicada junto a Sant Jordi, cambiará parcialmente los procesos de depuración que se han desarrollado hasta ahora en el municipio palmesano.

La nueva depuradora no sólo tratará 23.000 metros cúbicos diarios de la número 2 (una cuarta parte de su capacidad), sino que permitirá jubilar la número 1, inaugurada en 1971. En una primera fase, la inminente estación tratará 32.000 metros cúbicos diarios de aguas residuales para sumar otros 16.000 en una segunda fase (48.000 en total). Toda el agua depurada, incluyendo tratamiento terciario, servirá para regar los cultivos del Pla de Sant Jordi.

La depuradora número 1 dejará de funcionar tras 33 años de servicio. Fue una de las estaciones pioneras en España, así como lo fue el aprovechamiento de su caudal tratado para regar cultivos agrícolas. Ello fue posible gracias a la declaración de 300 hectáreas del Pla de Sant Jordi como Zona de Regadío de Interés Nacional, lo que permitió cesar la extracción en sus agotados y salinizados pozos. El Ajuntament de Palma todavía no ha decidido cuál será el destino de los terrenos de la «vieja» depuradora cuando deje de funcionar, pero no se descarta algún uso de carácter cívico para los vecinos de Sant Jordi.

Por su parte, la depuradora número 2, inaugurada en 1975, presenta actualmente una capacidad de tratamiento de 90.000 metros cúbicos diarios de aguas residuales, aunque inició su actividad con sólo 48.000, que únicamente permitían tratar una parte del caudal gris del municipio. Con su ampliación en 1987, y en cumplimiento del Pla de Sanejament de la Badia de Palma, se alcanzó la capacidad de 90.000 metros cúbicos al día y, junto con la actividad de la número 1, se consiguió el tratamiento del 100 por cien de las aguas residuales del término de Palma y un ámbito de reutilización para riego agrícola de más de 2.000 hectáreas en el Pla de Sant Jordi.

El tratamiento terciario de la número 2 llega a los 10.000 metros cúbicos diarios, aunque en la actualidad se está poniendo en marcha su ampliación a 20.000. Las aguas con tratamiento secundario se reutilizan el riego de los cultivos de forrajes del Pla de Sant Jordi, mientras que las de terciario se destinan al riego de jardinería pública y privada, limpieza de calles y riego de campos de golf.

El presupuesto de la nueva depuradora asciende a 22'4 millones de euros, financiados en un 85% por la Unión Europea y el resto, por el Ministerio de Medio Ambiente. El anuncio de su construcción levantó protestas y denuncias en Sant Jordi por su proximidad al núcleo urbano, aunque el Ministerio aseguró que la nueva instalación no creará problemas de ruidos ni olores, y que su impacto visal será mínimo.