E. Gamero, L. Tomás, C. Cirer, J. Flaquer, F. Utrera y J. Aloy, ayer en la Escola d'Hoteleria de la UIB. Foto: TOMÀS MONSERRAT

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La reconversión integral de la Platja de Palma-S'Arenal supondrá una inversión global de alrededor de mil millones de euros y un plazo de ejecución de obras que oscilará entre los diez y quince años, tras los cuales este enclave pionero del turismo de masas se convertirá en una zona emblemática y pionera de reconversión de una zona turística madura a nivel europeo, ya que el único precedente similar que existe en el mundo es el que se hizo en los años 70 en Miami. Tanto el período de ejecución de obras como la inversión global fueron dados a conocer por técnicos y especialistas en la materia, ya que tanto el secretario de Estado de Comercio y Turismo, Francisco Utrera, y el conseller de Turisme, Joan Flaquer, no quisieron adelantar nada en este aspecto en la presentación que se realizó ayer de este anteproyecto de intervención integral en la Platja de Palma en la Escola de Hotelería en la UIB. «No podemos engañar a nadie ni en cantidades ni en plazos, sino que ahora se entra en una fase de análisis para determinar qué proyectos se deben hacer para reconvertir una zona madura que presenta signos de envejecimiento y degradación».

La elevada inversión y la duración de las obras, sin embargo, viene condicionada por el volumen y la cantidad de infraestructuras que se tienen que ejecutar, las cuales fueron dadas a conocer por el director general d'Ordenación de la Conselleria de Turisme, Josep Aloy. La intervención integral recoge, en este sentido, una serie de actuaciones de tipo urbanístico, medioambiental y turístico en el que están implicadas la Administración central, el Govern, así como los ayuntamientos de Palma, Llucmajor y el sector privado. Entre las actuaciones previstas, dentro del plan de movilidad, está la creación de un bulevar de circunvalación en la segunda línea de la Platja de Palma, la implantación de un tranvía, que llegaría hasta el aeropuerto y el final de la costa de Llucmajor, en el Cap de Enderrocat.

En este mismo plan de movilidad se estudia la construcción de aparcamientos en edificios en altura, junto al bulevar, así como la unión con las rutas cicloturísticas del Llevant de Mallorca. Otra de las líneas que plantea el plan es la previsión de espacios para intercambios de plazas turísticas obsoletas, ya incluidas en el Plan Territorial del CIM como «zonas de reconversión para plazas turísticas como de uso residencial. Se contemplan unas 6.000 plazas para posiles intercambios con el fin de hacer esponjamientos puntules en las zonas más saturadas», según apuntó Aloy. Se contempla la creación de un cinturón verde, con una superficie