Mónica González31/01/03 0:00
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El Consell de Govern aprobará hoy el Decreto de creación del Consell d'Infància i Família de les Illes Balears, que tendrá como función proponer y asesorar sobre las políticas y actuaciones que en este ámbito se lleven a cabo desde el Govern, así como promover y facilitar la participación y el diálogo de todas las instituciones y las entidades implicadas en la materia.

El Consell iniciará sus reuniones en unos quince días, y entre las primeras cuestiones que abordará estará seguramente la mejora en la coordinación de la atención primaria y los servicios de protección al menor -que son competencia de los Consells Insulars-, una de las preocupaciones prioritarias para la Oficina del Menor, reconoció su director, Javier Barés.

Este nuevo órgano estará integrado por responsables de la Conselleria de Benestar Social, de la Oficina de Defensa de los Derechos del Menor, de los Consells Insulars y federaciones de entidades locales. También participarán representantes de los juzgados de menores, de la Fiscalía de Menores, de los juzgados de familia y primera instancia, de algunas ONG's y de los colegios profesionales de abogados, psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales y educadores sociales.

Al hablar de protección de menores, explicó, «nos centraremos principalmente en los niños que son víctima de malos tratos, o negligencias».

En este sentido, consideró que en Balears «estamos en un nivel bastante aceptable en cuanto a la detección de los malostratos, pero la mala noticia es que existe mucho maltrato al menor, del que sólo un 10% sale a la luz».

«Existe un 90 por ciento oculto que nunca descubriremos, sobre todo porque en muchos casos los que lo provocan ni siquiera son conscientes de que el maltrato, como por ejemplo insultar continuamente a un hijo y decirle 'qué inútil eres, no llegarás nunca a nada', que es un claro maltrato psicológico por el daño que causa a la autoestima del niño».

Los tipos de malos tratos que se denuncian, no obstante, son cada vez más variados, «lo cual es un síntoma de que se va avanzando en la sensibilidad de lo que es un maltrato», anotó Barés.