Joan Fageda junto a Jaume Mir y Concepció Oliver, presidenta de Joventuts Musicals. Foto: PERE BOTA.

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El alcalde de Palma, Joan Fageda, leyó el lunes su tradicional discurso de balance del año durante el acto celebrado en el salón de plenos de Cort con motivo de la Festa de l'Estendard. Pero antes de hacer ningún repaso, quiso centrar cuál va ser el gran reto del Consistorio para el año que se acaba de estrenar, «afrontar decididamente el proyecto que permitirá diseñar la fisonomia urbanística de la primera línea de la ciudad». En efecto, «el Plan de la Fachada Marítima, con las posibles modificaciones que puedan darse, será el eje básico que marcará las actuaciones municipales de los próximos años», aseveró.

En cuanto al resumen de 2001, Fageda destacó que ha sido «el año de culminación del Pla Mirall Eixample, con 200 proyectos ejecutados (...), del Plan Mirall Centre, que ha dado el impulso definitivo a la rehabilitación integral del centro histórico, y se ha finalizado el Plan Urban». Con la vista puesta siempre en «la recuperación de la ciudad y su reversión a sus habitantes», el primer edil repasó actuaciones realizadas como la renovación de la flota de la EMT, que en 2002 tendrá su segunda fase con la mejora de frecuencias y reordenamiento de las líneas; o la elaboración del Plan de Movilidad. La Policía de Barrio, los esfuerzos realizados en la mejora de la limpieza de la ciudad y el impulso que para la vida cultural de Palma supondrá el proyecto del nuevo Museu d'Art Modern i Contemporani «son también muestra del trabajo desarrollado a lo largo del año», apuntó Fageda.

Antes de estas palabras del alcalde de Palma, se celebró el acto de entrega de las Medallas de Oro de la ciudad al escultor Jaume Mir y a Joventuts Musicals, con el que se cerró el programa de la Festa de l'Estendard. En defensa de la concesión de la principal condecoración de la ciudad a Jaume Mir i Ramis, la teniente de alcalde de Cultura, Carmen Feliu, recordó la larga e intensa obra de este escultor nacido en Felanitx en 1915. Muy pronto, desde que a sus catorce años empezó a trabajar como mozo de picapedrero con un maestro de obras de Felanitx, Jaume Mir decidió ser, por encima de cualquier otra cosa, escultor, «y no deja de ser significativo que su primera escultura fuese, precisamente, un foner».

En la obra de Jaume Mir, proclamó la regidora, confluye una triple pasión, «la pasión por el pasado, por la historia; una pasión incuestionable por el Mediterráneo, sus mitos y leyendas, y, finalmente, una gran pasión por el hombre, en mayúsculas, que ha sido siempre el centro de toda su creación». Este artista, prosiguió, «que ha trabajado con idéntica pasión creadora la piedra, la madera, el barrio o el bronce», ha dado forma a mitos y protagonistas de nuestra historia particular como «els foners, Jafudà Cresques, la Balanguera, Nuredduna, els Agermanats, Guillem Sagrera, Anselm Turmeda o Ramon Llull, entre otros».

La medalla concedida a las Juventuts Musicals, defendida por el concejal Joan Bauzá, fue recogida por su presidenta desde 1977, Concepció Oliver Roca. Bauzá recordó que la asociación de Palma de esta organización internacional se fundó en 1956. Y desde entonces -ahora cuenta con 400 socios y cinco corales-, JJ MM realiza cada año numerosas actividades «que se han convertido en una cita obligada para todos aquellos que aman la música» y ha logrado que «el nombre de Palma y de Mallorca está presente en el circuito cultural internacional». Para acabar, una coral interpretó una pieza bajo la dirección de Joan Company.