El presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Pere Cañellas,
remitió ayer la carta de respuesta al conseller de Turisme, Celestí
Alomar, en la que manifiesta, en un tono irónico y acorde con las
circunstancias, sus argumentos para poner en tela de juicio la
política de colaboración que solicitaba al sector hotelero el
conseller en la misiva que envió a Cañellas la pasada semana para
debatir la política del sector turístico. Cañellas comunica al
conseller que «la dinámica que habéis seguido hasta ahora de
utilizar el turismo para hacer política partidista ha perjudicado
gravemente al sector turístico y las consecuencias ya las estamos
pagando».
En otro apartado, afirma que el sector hotelero está
«tristemente resignado porque la falta de una política turística
clara, y la esquizofrenia de este Govern con respecto al turismo,
han creado una bola informativa de tal magnitud internacional que
la imagen de Balears en Europa y, sobre todo en Alemania, está tan
deformada que quizás sea demasiado tarde para rectificar».
Dentro de esta dinámica, el presidente de los hoteleros comenta
que «quizás sería más oportuno seguir con vuestra política de
acabar con el turismo de masas y de paquete turístico, un trabajo
que el Govern ha hecho bien hasta ahora. Seguid así, pero no
solicitéis nuestra colaboración para participar en un trabajo en el
que no creemos».
En esta carta, Cañellas recuerda el «desastre que ha supuesto la
temporada turística baja para Balears, sobre todo por la caída de
visitantes alemanes, además de la huelga de transportes de este mes
de julio, que ha provocado una situación de pánico en el mercado
inglés, por lo que muchas empresas se han visto obligadas a rebajar
los precios para salvar esta crítica situación. Todo esto conduce a
que en lugar de disfrutar de un turismo de alto poder adquisitivo,
como parece que quiere el Govern, lo que tendremos en Balears será
un turismo aún más pobre. Nadie quiere pasar sus vacaciones en un
lugar donde no es bien recibido, que no es barato y que tiene una
imagen virtual exterior de problemas medio ambientales endémicos,
pero también de delincuencia, de ruidos, carreteras peligrosas, de
masificación, de tiburones, de exceso de construcción y de
xenofobia social».
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