Algunas chicas son conscientes de las normas interiores y las cumplen.

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La gran mayoría de los estudiantes de entre 14 y 17 años de edad, en Palma, están en desacuerdo con ciertas normas sobre la indumentaria que les imponen en los institutos o centros de enseñanza donde estudian.

La polémica saltó hace unas semanas en la Península cuando en un centro alumnas de un curso, en señal de protesta, porque los profesores no las dejaban vestir con minifalta, acudieron a clase todas ataviadas con esta prenda y camisetas de tirantes con el ombligo al aire. La situación en Palma es prácticamente idéntica. Como ejemplo, alumnos del colegio Guillen Sagrera no pueden vestirse con total libertad. Las chicas son las que se sienten más perjudicadas con estas normas. Marta, Cristina y Celia son alumnas de segundo curso de ESO, aseguran que les gustaría llevar minifalda a clase pero algunos profesores no les dejan. Incluso una alumna comenta que la profesora de matemáticas no les deja llevar el cabello con mechones de colores. Laura es una chica que estudia primer año de ESO.

«Un profesor "afirma" me envió al director del centro porque llevaba un top y el ombligo al aire». Rebecca, Dolores, Julia, Esther, Carmen y otras chicas nos manifiestan que es cierto el hecho de que no las dejan ir a clase con según qué ropa. «Tenemos prohibido, "comentan" enseñar el ombligo, vestir con minifaldas o lucir mechones de pelo». La falta de libertad de vestir como uno quiera también llega a los chicos, pues Antonio, Julio, Diego, Juan Antonio, Miguel y Cristóbal confiesan que no les dejan llevar camisetas de tirantes o pantalones raperos. «Lo del móvil o ir aseados a clase es más que lógico, "comenta uno" pero no es comprensible que no nos dejen tener personalidad propia a la hora de vestir».