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El Govern volverá a desoír a Madrid y subirá de nuevo las pensiones más bajas en las Islas. Y lo hará a sabiendas de que esta medida será recurrida ante el Tribunal Constitucional como ya sucedió con el complemento extraordinario a las pensiones asistenciales y no contributivas que el Govern balear abonó en diciembre de 1999. No obstante, este año, por cuestiones de tiempo, esta subida se ejecutará ya en enero en lugar de diciembre.

Sin embargo, el Ejecutivo autonómico está estudiando dar una vuelta más de rosca a esta situación y se plantea ampliar estas ayudas a las prestaciones contributivas más bajas (sería la primera comunidad en hacerlo). Fernanda Caro, consellera de Benestar Social, explicó ayer a Ultima Hora que en el Consell de Govern de este viernes se tratará precisamente esta cuestión. Se trata, señaló Caro, de elegir la fórmula jurídica que más garantías dé.

Tres son las opciones que se barajan para la subida de las pensiones más bajas. La primera de ellas es hacer lo mismo que ya se hizo el año pasado; esto es un complemento extraordinario a las pensiones asistenciales y no contributivas «que son competencias nuestra». La segunda opción sería ampliar ese extra a determinadas prestaciones contributivas y a determinados beneficiarios (los que no llegaran a unos mínimos fijados por la conselleria). Ese extra se daría como «ayuda asistencial» ya que las competencias de las prestaciones contributivas es del Gobierno. Entre esas prestaciones estaría, por ejemplo, la de viudedad, aunque no todos si no los que no lleguen a unos mínimos. Sobre esta opción Caro indica que «es muy complicado de aplicar» ya que supondría estudiar caso por caso y destinar muchos recursos a burocracia.

La tercera opción iría encaminada a, en lugar de aplicar un complemento a la pensión, ayudar vía exención de impuestos. Esta opción, como señala la propia Fernanda Caro, plantea el problema de que muchas de estas personas no pagan impuestos por su situación de precariedad económica.