Antonio Melià ganó Sa Cursa des Cós

El mahonés Antonio Melià Cardona, montando a lomos de Nomurita, se proclamó vencedor de la segunda edición de Sa Cursa des Cós, que se disputó ayer al mediodía en la finca de Son Rossinyol, colindante con el hipódromo palmesano de Son Pardo, y que fue presenciada por unas 2.000 personas según la organización. Con un tiempo de 45'19 segundos, Melià, de 23 años de edad, se impuso, por este orden, a Juan Rigo Soler (45'23), de Manacor; José Bauzá Mesquida (46'02), de Sant Joan; Cristina Avilés Soisa (46'04), de Santa Margalida, y José Batle Comas (47'21), de Sa Pobla. La de estos cinco primeros clasificados en la semifinal de Sa Cursa, disputada el pasado domingo, fue una carrera muy emocionante y reñida en la que los cinco jinetes rebajaron los registros obtenidos el domingo en las pruebas de clasificación. «Sinceramente, no me lo esperaba. Mi favorita era Cristina Avilés. En la semifinal había estado muy fuerte y rápida», declaraba un nervioso y cansado Antonio Melià minutos después de cruzar como ganador la línea de meta en la que la mala suerte y la pérdida de control sobre los estribos de Nomurita, hicieron que el joven jinete mahonés diera con sus huesos en el suelo. «Al girar la curva, me escoré a la izquierda. Luego intenté llevar los estribos hacia la derecha, pero acabé por perder el control del caballo». ¿Cuál fue, pues, ante el infortunio de la recta final, el secreto para que Melià lograra hacerse con la medalla acreditativa de su victoria y el medio millón de pesetas con que se premiaba al jinete vencedor? «Voluntad», afirmaba este obrero de la construcción, que no piensa abandonar su trabajo habitual para dedicarse a la profesión ecuestre. «Quería ganar. No iba en buenas condiciones pero tenía que llegar el primero costase lo que costase». El primer contacto de Antonio con Nomurita, el bello ejemplar equino que le dio el triunfo ayer y que ya había sido ganador de la primera edición de Sa Cursa des Cós, celebrada el año pasado en Es Born, se produjo hace apenas dos semanas. «Yo entreno habitualmente en Maó unas dos horas diarias con mi caballo.