María Crespo ha pedido ayuda económica a la Conselleria de Turisme para sufragar el coste de la vigilancia en las playas.

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A María Crespo la sacamos del agua y nos la llevamos a otros dos frentes, la playa y el barrio de sa Llonja.

A finales del año pasado, «Bild» publicó que a causa de que los vigilantes de la playa se retiraban antes de que finalizara la temporada, se ahogaba más gente. Pues bien, ¿qué va a ocurrir en ésta? ¿Prolongarán el contrato de los vigilantes? ¿Comenzarán a vigilar antes que otros años?

María Crespo, tras dejar bien sentado que por la simple virulencia del mar en Mallorca no se ahoga nadie, señaló que anteayer, jueves, se reunió con el conseller de Turisme para pedir colaboración, «pues el presupuesto que teníamos el año pasado, 22.000.000 de pesetas, no alcanza para adelantar y prolongar la temporada de vigilantes, que es lo que pretendemos hacer. El conseller nos pidió que le pasáramos un presupuesto, cosa que haremos el lunes. También tenemos intención de entrevistarnos con el conseller d'Interior para que nos dé su colaboración».

En cuanto a sa Llonja, donde también estuvimos ayer por la mañana, María Crespo confiesa que, efectuadas las correspondientes mediciones, «y viendo que, aunque no se ha alcanzado el límite de contaminación, el ruido no ha disminuido, al no ser todos los bares los que lo originan, sino que son unos pocos que ya conocemos, les hemos advertido de que, o toman medidas de inmediato, o no tendremos más remedio que cerrarlos, o cuando menos retirarles el permiso de música».

Por otra parte, dice la regidora que se incrementará el número de policías para que vigilen la zona, que ya cuenta con un servicio, además de la patrulla verde.