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El alcalde de Palma declaró ayer que antes de decidir si se prorroga o no la declaración de Zona Acústicamente Contaminada de sa Llonja se van a realizar más mediciones de ruido durante el primer trimestre del año, aprovechando las fiestas de Navidad y las de Sant Sebastià, a fin de lograr «un muestreo importante de sonometrías en el apoyar las decisiones». Además, Joan Fageda, que negó que se esté ocultando ningún tipo de información sobre las sonometrías realizadas hasta ahora, anunció que «independientemente del resultado que hayan dado éstas, se van a poner en marcha una serie de medidas complementarias -como una actuación más directa de la Policía Local, mayor control de las licencias, etc-, y si pasado un tiempo no se perciben mejoras se aplicarán otras más drásticas».

Este cambio de rumbo echa por tierra el compromiso realizado por la regidora de Sanitat, María Crespo, el pasado mes de diciembre ante la prensa y ante el pleno municipal por el que se iban a realizar unas mediciones en la calle, antes del 1 de enero, y si estas daban positivas se prorrogaría la declaración de ZAC y, automáticamente, se adelantaría el horario de cierre de los bares de sa Llonja. Sólo en caso de que las sonometrías fuesen negativas, se mantendría el horario de cierre, pero se realizarían nuevas mediciones en dos meses.

Ahora, en cambio, ya no se habla de adelantar horarios de cierre, sino de realizar más tandas de mediciones y aplicar medidas complementarias durante el primer trimestre del año en curso. «Antes de adelantar horarios, debemos tomar otras medidas para tener las máximas garantías jurídicas», apuntó el alcalde.