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Son las diez y media de la mañana y un grupo de pensionistas espera ante una agencia de viajes de Ciutat. Llevan algo más de una hora esperando. Un problema informático imposibilita la emisión de los billetes de avión. Hace calor, mucho calor y la gente de la tercera edad espera impaciente hacer sus reservas para pasar unas vacaciones agradables en Eivissa o Menorca.

Muchas de las personas ya repitieron la experiencia en los dos años anteriores. «Yo estuve el año pasado con mi marido en Menorca y este año repetimos. Estuvimos ocho días, alquilamos un coche y recorrimos la isla entera. A demás todo está muy bien organizado. En el hotel tuvimos pensión completa, animación socio-cultural e incluso servicio médico por si alguno del grupo se encontraba mal», comentó Ana María García, de 68 años de edad.

Y es que lo que buscan los mayores es la comodidad y el descanso que ofrecen destinos tan envidiables como nuestras Islas. Por ello, este tipo de viajes, a parte de proporcionar billetes bastante asequibles a su monedero, ofrecen muchas facilidades durante la estancia: «Los hoteles cuentan con un buen personal, están bien atendidos, la comida es buena y los guías ofrecen todo tipo de excursiones para los que desean conocer la isla», comenta al respecto.

Micaela Riera, de 75 años de edad, y Trinidad Egido, de 74, son dos amigas que se conocen desde hace más de cuarenta años y acudieron ayer a la agencia de viajes a reservar cuatro billetes: «Hemos viajado con este programa desde que se creó. En el 97 fuimos a Menorca, el año pasado a Eivissa y este año queremos volver a Maó. Menorca es una isla maravillosa. Tuvimos mucha tranquilidad y en el hotel el servicio fue muy bueno. Los precios son bastante asequibles para nuestra edad y eso de viajar en avión nos encanta», afirmó Micaela.

Uno de los principales inconvenientes que se presentan a la hora de hacer la reserva es que a mucha gente no le va bien ni la fecha ni el día, ya que son plazas que se cubren rápidamente. Catalina Mas, de 76 años de edad, comentó que «el año pasado pensaba ir antes de Navidades pero no pudo ser posible porque todas las plazas estaban ocupadas hasta el mes de marzo».