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El nuevo Consistorio palmesano quedó constituido ayer tras una breve ceremonia en la que los ediles y el reelegido alcalde, Joan Fageda, tomaron posesión de su cargo, a la espera de lo que pueda dictaminar el Tribunal Constitucional.

En su parlamento, ya como nuevo primer edil de Ciutat, Fageda prometió que su labor se regirá por el «diálogo, la cooperación, el rigor y la austeridad» y planteó la necesidad de asumir la plena competencia de la ciudad en los que son sus límites territoriales y el reconocimiento jurídico de su capitalidad. «Es lógico que aspiremos a que la gestión del Passeig Marítim revierta al Ajuntament, ya que es uno de los nudos arteriales clave», declaró, y en el mismo contexto situó «la necesidad del reconocimiento de la capitalidad de Palma, para que ésta no sea un simple referente geográfico e histórico, sino una realidad jurídica».

La sesión constitutiva comenzó pasadas las once de la mañana en un Salón de Plenos lleno hasta la bandera por autoridades, familiares y curiosos, en especial de la tercera edad. El secretario abrió el acto con la lectura de la lista de los regidores electos. A continuación se constituyó la Mesa de Edad, compuesta por el edil de más edad, Joan Fageda, y el o la más joven, Virginia Abraham (del PSOE), para la comprobación de las credenciales. En ese momento comenzó la toma de posesión de los nuevos 29 ediles que fueron llamados por orden de proclamación y juraron o prometieron el cargo apoyando su mano derecha sobre la Constitución o sobre el Estatut d'Autonomia.

La fórmula es única, pero flexible. Por ello, los ediles del PSM Barceló y Costa prometieron «cumplir fielmente las obligaciones del cargo de regidor con lealtad al rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado» pero sin renunciar «al derecho a la autodeterminación».

De esta forma, la Mesa declaró constituida la Corporación y se procedió a la elección del alcalde mediante votación nominal, sistema previamente elegido por consenso.