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Ayer se inició el derribo del viejo hotel Felipe de la Platja de Palma, actuación enmarcada en el plan de esponjamiento del Govern balear, la cuarta que realiza en una zona turística desde 1995.

El Ejecutivo balear ha destinado 78 millones de pesetas a la compra de este hotel, construido hace 34 años pero en desuso desde hace tres, precio que incluye su demolición y la limpieza del solar, que después será entregado al Ajuntament de Palma, encargado de la construcción de una zona verde pública.

Hasta ahora, el Govern ha realizado actuaciones de esponjamiento en la residencia de Turismo de Cala Ratjada, en 1995; en el Hotel Cristina del Molinar de Palma, en 1997; y en los aparcamientos Cala Blanca de Ciutadella, en 1997.

La semana próxima se acometerá el derribo de otro hotel obsoleto, el Rembrandt, en Can Barbarà. En este caso se realizará una voladura controlada con carga explosiva.

El conseller de Turismo del Govern balear, José María González Ortea, comentó ayer durante el inicio de las obras de demolición que, por el momento, se han emprendido negociaciones con una veintena de propietarios de establecimientos hoteleros obsoletos en Mallorca e Ibiza que podrían culminar en nuevos derrumbes, con el objeto de mejora de la calidad turística. En la misma línea se manifestó el alcalde de Palma, quien habló de la necesidad de proseguir con estas acciones en zonas «saturadas».