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La regidora de Acció Social reprochó ayer la actitud «amenazante» del aspirante a suceder al «Tío Quico» como cabeza visible y portavoz de la comunidad gitana ante las instituciones. José Amaya acusó el martes al Ajuntament de ignorar al pueblo gitano y de ejecutar derribos en Son Banya a sus espaldas.

En respuesta a estas acusaciones vertidas por el candidato a nuevo patriarca, Carmen Sagrado explicó que el pasado lunes se personó en el poblado junto a las brigadas que debían derribar la chabola de un matrimonio que ha optado por acogerse al plan de realojo, pero fueron embestidos por Amaya y otros seguidores, que amenazaron a los obreros con «rajarlos» si acometían el derribo.

«Intenté hablar con ellos pero no quisieron escuchar y para no complicar más las cosas, se precintó la vivienda y nos marchamos», explicó la responsable municipal. «Aunque me consta que después este mismo grupo fue increpado por los demás vecinos, es decir que hay una fuerte división entre ellos», añadió.

No obstante, Sagrado aseveró que «la casa será derribada, tarde o temprano, pues es una condición que se impone a las familias gitanas que desean salir del poblado y realojarse en algún barrio de la ciudad con una ayuda económica».

Al día siguiente de este enfrentamiento "siguiendo con la versión de Carmen Sagrado", José Amaya se personó en el Ajuntament y exigió ver a la regidora, sin permitir que le atendieran técnicos de Acción Social.