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El teniente de alcalde de Urbanismo del Ajuntament de Palma, Carlos Ripoll, aseguró ayer que para el Ajuntament es irrenunciable el derribo de las viviendas militares que hay sobre la Murada. Para hacerlo, necesita recalificar las terrenos que ocupa el Cuartel de Artillería. Sin embargo, los técnicos del Consell Insular de Mallorca se niegan a autorizar esta recalificación ante la enorme densidad de las viviendas que allí se pueden construir y que podrían albergar a una población de 4.992 habitantes en edificios de hasta 12 plantas.

El teniente de alcalde aseguró que, si se rebajan las densidades del cuartel, el Ajuntament tendrá que hacer frente al pago de una serie de indemnizaciones por expropiación que le impedirán invertir en otros puntos de la ciudad que lo necesitan.

No es este el único punto que para Ripoll es incuestionable. El teniente de alcalde de Urbanismo se refirió además a la recalificación como suelo urbano de los terrenos situados junto al Estadi Balear que antes debían albergar el Hospital Palma II. Ripoll señaló que estos terrenos son urbanos porque así lo dictaminó el Tribunal Supremo a través de una sentencia. El Consell entiende que no se puede considerar suelo urbano porque ni es un área consolidada ni tiene los servicios mínimos para que aquello se pueda considerar un solar.