Un bloque destruido en el campo de Al Nuseirat. | Reuters - MOHAMMED SABER

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Las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han denunciado este jueves la muerte de más de 100 personas en un ataque perpetrado por el Ejército de Israel contra un grupo de personas que estaba esperando para recibir alimentos en la ciudad de Gaza, situada en el norte del enclave.

La oficina de prensa de las autoridades gazatíes ha señalado que la «horrible masacre» ha dejado además más de 280 heridos y ha recalcado que las víctimas «estaban buscando sustento en el suroeste de la ciudad de Gaza, a donde fueron a obtener comida y ayuda después de que más de 700.000 personas hayan sido sometidas a una hambruna por el cerco del Ejército de ocupación». Así, ha recalcado en un comunicado en su cuenta en Telegram que «la ocupación tenía intención premeditada de cometer esta horrible masacre» y ha agregado que tiene lugar «en el contexto del genocidio y la limpieza étnica contra la población de la Franja de Gaza».

«El Ejército de ocupación sabía que las víctimas habían llegado a la zona para obtener comida y ayuda, pero las mató a sangre fría», ha sostenido, antes de responsabilizar de lo sucedido a Estados Unidos, y «personalmente» a su presidente, Joe Biden, a Israel y a las organizaciones internacionales «que no han cumplido sus obligaciones».

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«Los hacemos totalmente responsables de los horribles asesinatos en masa, masacres, la guerra de extermino y las guerras de hambre lanzadas y llevadas a cabo por el Ejército de ocupación hasta ahora», ha dicho, al tiempo que ha reclamado que presionen «de forma inmediata y urgente» a Israel para que «ponga fin a la guerra genocida contra el pueblo palestino en Gaza» y «detenga la cascada de sangre y el asesinato de civiles, niños y mujeres». En este sentido, el portavoz del Ministerio de Sanidad gazatí, Ashraf al Qidra, ha subrayado que el ataque «supone un nuevo giro en el genocidio» y ha denunciado que Israel «comete un asesinato sistemático contra 700.000 personas en el norte de Gaza a través de ataques y hambre».

Asimismo, ha alertado en un mensaje en la cuenta del Ministerio en la red social Facebook de que «decenas» de heridos en estado «grave o crítico» han sido trasladados al Hospital Al Shifa y ha señalado que «el balance de muertos de la masacre podría superar el centenar». «Los equipos médicos son incapaces de hacer frente al volumen y tipo de heridas que llegan al Hospital Al Shifa a causa de la débil capacidad médica y humana», ha lamentado, en referencia a la situación del sistema sanitario gazatí a causa de la ofensiva de Israel. «Pedimos a la comunidad internacional que detenga la guerra genocida lanzada por la ocupación israelí con apoyo estadounidense y europeo», ha dicho, al tiempo que ha solicitado «un corredor humanitario seguro» para «la entrada de medicamentos, ayuda humanitaria y combustible» a la zona norte de la Franja.

Por su parte, Yihad Islámica ha condenado «la masacre cometida por el enemigo contra civiles que esperaban ayuda» y ha sostenido que «es una prueba del nivel de criminalidad alcanzada por esta entidad nazi», según ha recogido el diario palestino 'Filastin', vinculado a Hamás. El grupo palestino ha hecho responsable a Biden y a los «gobiernos occidentales» que apoyan a Israel, así como a los «regímenes árabes» que «han permanecido en silencio» ante la ofensiva israelí contra la Franja, desatada tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás.

«Esta masacre sólo reforzará a nuestro pueblo ante la maquinaria de asesinato y a la resistencia a la hora de mantener sus posiciones para poner fin a la agresión y hacer que la entidad -en referencia a Israel- rinda cuentas por sus crímenes», ha zanjado Yihad Islámica. El Ejército de Israel lanzó una ofensiva contra la Franja de Gaza por los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás, que dejaron 1.200 muertos y 240 secuestrados. Desde entonces, las autoridades gazatíes han notificado la muerte de casi 30.000 personas, a las que suman más de 400 en Cisjordania y en Jerusalén Este por las acciones de las fuerzas de seguridad y los ataques por parte de colonos israelíes.