El ministro de Agricultura italiano, Francesco Lollobrigida, en el centro, en el Consejo de Bruselas este lunes. | OLIVIER HOSLET/EFE

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El ministro italiano de Agricultura, Francesco Lollobrigida, detuvo este martes un tren de alta velocidad que llevaba retraso para bajarse en una estación no prevista en el trayecto y acudir a tiempo a una inauguración, lo que ha indignado a la oposición, que ha pedido su comparecencia en el Parlamento. El tren, que acumulaba dos horas de retraso, hizo una parada improvisada a las afueras de Roma exclusivamente para que se bajaran Lollobrigida, cuñado de la primera ministra, Giorgia Meloni, y sus acompañantes, según desveló el diario Il Fatto Quotidiano y posteriormente confirmó la empresa pública Trenitalia.

«La parada en Ciampino no ha supuesto más retrasos para los viajeros, ni repercusiones en el tráfico, ni costes adicionales para la empresa», afirmó Trenitalia en un comunicado, en el que explica el caso por un fallo técnico que provocó retrasos en todas las conexiones entre Roma y el sur de Italia. Según la empresa pública, el tren se detuvo poco después de salir de la estación de Roma Termini «debido a lo que estaba sucediendo en la línea» y se acordó un desvío en virtud de que pudiera hacer una parada prevista en Nápoles antes de su destino final, aunque con una detención imprevista en el camino. «Después de la reanudación, se dispuso la parada en la estación de Ciampino, donde bajaron las instituciones presentes a bordo, para poder cumplir con los compromisos institucionales», indicó la compañía. Las justificaciones, sin embargo, no han servido para calmar los ánimos de los partidos de la oposición, que destacan además que el acto institucional consistía en la inauguración de un parque urbano.

«No todo el mundo puede darse el lujo de detener un tren. El comportamiento de Lollobrigida me parece arrogante e indigno», criticó la líder de la oposición, Elly Schlein, quien indicó que su formación, el progresista Partido Demócrata italianao (PD), ha pedido su comparecencia en el Parlamento. Por su parte, el ex primer ministro de Italia y actual líder del centrista Italia Viva, Matteo Renzi, anunció que de confirmarse los hechos «pedirá la dimisión de Lollobrigida en sede parlamentaria». «Los ministros pueden utilizar vehículos estatales pero no pueden detener los trenes de todos los ciudadanos», señaló Renzi al calificar la acción de «un abuso de poder sin precedentes». Por su parte, el eurodiputado del Movimiento 5 Estrellas Mario Furore insistió en el vínculo familiar del ministro con Meloni al afirmar que Lollobrigida fue «lanzado en paracaídas a un cargo gubernamental». En los últimos meses, Lollobrigida ha protagonizado otras polémicas, como cuando afirmó que Italia no podía «ceder a la idea de la sustitución étnica» para mantener su sistema económico y social.