La ciudad armenia de Goris, a 250 kilómetros de Ereván, recibe miles de refugiados procedentes de Nagorno Karabaj, tras la explosión de un depósito de combustible. | Beatriz Arslanian

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El éxodo de civiles desde Nagorno Karabaj hacia Armenia sigue creciendo y ya suma este martes al menos 19.000 desplazados, según datos oficiales sobre los que ha puesto el foco también la ONU, que ha instado a tomar medidas para garantizar los Derechos Humanos de esta población. El viceprimer ministro armenio, Tigrán Jachatrián, ha actualizado este viernes las cifras, a las que las autoridades locales intentan hacer frente a contrarreloj. El Gobierno, que ha habilitado puntos de registro en la frontera, ha proporcionado alojamiento a más de 2.500 personas.

«Es el tercer día en que los ciudadanos tienen que salir de Nagorno Karabaj. Es necesario descubrir cuáles son las necesidades prioritarias de estas personas, alojarlas y resolver las cuestiones más urgentes trabajando 24 horas al día», ha explicado, según un comunicado del Ejecutivo.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) se ha mostrado «profundamente preocupado» por este éxodo de civiles, ya que el número se ha triplicado en apenas un día y, en la frontera, los vehículos se acumulan a la espera de llegar a territorio armenio. Se trata de personas vulnerables -«principalmente ancianos, mujeres y niños»- que requieren asistencia «urgente». La agencia ha anunciado que incrementará su asistencia humanitaria a estos desplazados, incidiendo en que la falta de alojamiento y las bajas temperaturas requieren de una rápida intervención para proporcionar refugio. También ha llamado a brindar apoyo psicosocial a estas personas.

El jefe de ACNUR, Filippo Grandi, ha destacado que ya hay equipos sobre el terreno que «intentan proporcionar una asistencia inmediata. Tenemos que asegurarnos de que los civiles están protegidos y la ayuda puede llegar a quienes los necesitan», ha añadido, lamentando el resurgimiento de un conflicto que se remonta varias décadas atrás. La agencia internacional ha instado a todas las partes a evitar acciones que puedan acrecentar aún más este éxodo, teniendo en cuenta que «nadie debería verse obligado a huir de su hogar».

También ha expresado su «preocupación» por la «frágil» situación humanitaria el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, que ha llamado a marcar como «absoluta prioridad» la protección de todos los civiles. En este sentido, ha pedido en un comunicado que se respeten los derechos de la población de etnia armenia y, en particular, de quienes se han desplazado hasta Armenia, para que reciban asistencia y puedan volver en algún momento «con seguridad y dignidad» si así lo desean.

«Cualquier posible violación de los Derechos Humanos o del Derecho Internacional Humanitario precisa de seguimiento, lo que incluye investigaciones rápidas, independientes y transparentes que garanticen la rendición de cuentas», ha exhortado Turk.