Protesta en París. | Efe

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El Consejo Constitucional de Francia ha respaldado este viernes los principales pilares de la reforma constitucional impulsada por el Gobierno, entre ellos el retraso a los 64 años de la edad de jubilación, y ha rechazado una iniciativa de la oposición para tratar de forzar un referéndum. Los magistrados han tumbado seis disposiciones incluidas en la reforma, entre ellos el conocido como 'index senior', un sistema con el que se planteaba incentivar la contratación de personas mayores, pero han considerado constitucionales los aspectos más polémicos del texto, lo que anticipa nuevas movilizaciones en las calles.

La primera ministra, Elisabeth Borne, ha destacado en Twitter que, ahora que se ha confirmado que «la reforma es conforme a la Constitución», se llega «al final del proceso democrático». «Esta tarde, no hay ni vencedores ni vencidos», ha dicho Borne, consciente de las críticas generadas por una medida que ella misma ha tenido que defender en la Asamblea Nacional. Borne ha destacado, además, que «cuatro de cada diez trabajadores podrán jubilarse antes de la edad legal», en virtud de unas disposiciones que teóricamente tienen en cuenta las «carreras largas».

El excandidato presidencial Jean-Luc Mélenchon, de La Francia Insumisa (LFI), ha lamentado en cambio el dictamen del Consejo, al que considera «más preocupado por las necesidades de la monarquía presidencial que por las del pueblo soberano». «La lucha continúa», ha proclamado. Por su parte, la ultraderechista Marine Le Pen ha advertido de que, aunque se haya podido dar carpetazo a la «secuencia institucional», considera que «la suerte política» de la reforma aún no está echada, ya que «el pueblo tiene la última palabra».

A él «le corresponde preparar la alternancia» que podrá revisar «esta reforma inútil e injusta», ha añadido. Más conciliador se ha mostrado el presidente de Los Republicanos, Éric Ciotti, que ha instado a todos los partidos a «aceptar» la sentencia y guardar «respeto» a las instituciones. Coincide con el Gobierno en que es una reforma «imprescindible», al margen de los «errores de método» que hayan podido cometerse durante el proceso.

Protestas masivas

Francia vivió el jueves la duodécima jornada de protestas y huelgas contra esta reforma, en la que cientos de miles de personas volvieron a salir a las calles de las principales ciudades. Las movilizaciones se remontan a enero y los sindicatos ya habían advertido de que seguirán con ellas si no hay cambios en algunos de los pilares de la ley, como por ejemplo el aumento de la edad de jubilación de 62 a 64 años. El Elíseo ha convocado a los sindicatos para el próximo martes, para una reunión con Macron que quieren celebrar independientemente de la decisión adoptada por el Consejo Constitucional.

Ya hubo un primer encuentro con la primera ministra que concluyó sin avances. Macron aún no ha promulgado la ley, ya que desde un primer momento prometió que esperaría a la decisión del Consejo Constitucional, pero desde el Elíseo ya habían apuntado que, una vez conseguido el visto bueno en el terreno judicial, estamparía su firma «en los próximos días», según fuentes citadas por la cadena BFMTV.