La sesión ha sido muy accidentada por las interrupciones de los aliados de Netanyahu. | RONEN ZVULUN

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El Parlamento de Israel, la Knesset, ha aprobado este domingo por 60 frente a 59 votos la investidura de Naftali Bennett del movimiento nacionalista Yamina, como nuevo primer ministro, una votación que pone fin a más de una década de mandato de Benjamin Netanyahu.

Tras la votación, Netanyahu ha estrechado la mano de Bennett. «Juro ser fiel al Estado de Israel y a sus leyes, a cumplir de buena fe mi función como primer ministro y respetar las resoluciones de la Knesset», ha afirmado Bennett en su investidura.

Bennett ha pronunciado estas palabras junto a Lapid, quien será ministro de Asuntos Exteriores, y después han jurado su cargo los demás miembros del gabinete en orden alfabético.

La sesión ha sido muy accidentada por las interrupciones de los aliados de Netanyahu, que han gritado «¡Vergüenza!» desde la bancada del Partido Religioso Sionista y han mostrado imágenes de víctimas del terrorismo. El líder del partido, Bezalel Smotrich, y varios de sus afines han sido expulsados del pleno.

«Estoy muy orgulloso de poder sentarme en un gobierno con puntos de vista muy diferentes», ha afirmado Bennett en respuesta, al tiempo que ha pedido contención.
Justo antes de la votación de Bennett, la Knesset ha elegido como nuevo presidente a Mickey Levy, del partido Yesh Atid, tras obtener 67 de los 120 votos de la Cámara e imponerse así a su rival del partido Shas, Yaakov Margi, que ha conseguido 52 votos. Levy sustituye así a Yariv Levin, del partido Likud de Netanyahu.

La sesión ha sido seguida en las calles por simpatizantes de los partidos de la nueva coalición de gobierno que han celebrado el éxito de la investidura, mientras cientos de israelíes religiosos se han concentrado en el muro de las lamentaciones para rezar en rechazo a Bennett y Lapid.

Una vez culminada la investidura se ha celebrado el primer consejo de ministros del nuevo Gobierno con varias primeras veces: es la primera vez que Israel tiene un primer ministro con kipá, la gorra ritual de los judíos observantes, y la primera vez con ministros árabes israelíes.

Ha sido una cita abierta a la prensa que ha comenzado con el rezo de agradecimiento o Shehechiyanu. «Estamos al inicio de una nueva etapa», ha destacado Bennett, que ha calificado de «maravilla» el acuerdo de gobierno y ha prometido trabajo para superar las «diferencias dentro de la nación».

COALICIÓN DE OCHO PARTIDOS

Bennett llega al poder merced a una amplia coalición de Gobierno que abarca a la práctica totalidad del espectro político y que le permitirá desempeñar el cargo de primer ministro durante los dos próximos años, hasta que sea sustituido por el líder del partido centrista Yesh Atid, Yair Lapid.

En su discurso previo a la votación, Bennett ha acusado a Netanyahu de «fomentar una tormenta de odio» en sus últimos meses de mandato, que han culminado en «un choque de hermanos y un país paralizado».

«Estoy orgulloso de la capacidad de sentarme con personas con opiniones muy diferentes. Hemos asumido la responsabilidad en el momento decisivo», ha añadido en un discurso donde ha mencionado el apoyo de la Lista Árabe. «Empieza un nuevo episodio de las relaciones con los árabes», ha declarado.

No obstante, Bennett ha expresado su rechazo a las negociaciones sobre el programa nuclear iraní, que «se está acercando a un punto crítico» y reiterado que «Israel no permitirá que Irán obtenga armas nucleares» porque «no es parte del acuerdo y mantendrá total libertad para actuar». «La renovación del acuerdo nuclear es un error», ha concluido, en un mensaje dirigido a las autoridades estadounidenses.

La aprobación ha tenido lugar tras un día extremadamente tenso por la amenaza de un diputado de la Lista Árabe Unida -- respaldo de la coalición -- de votar en contra del nuevo Gobierno y después por la ola de invectivas de los diputados del partido de Netanyahu, el Likud, contra los dos artífices de la coalición. Lapid ni siquiera ha podido pronunciar su discurso.

«Me salto el discurso que planeaba pronunciar hoy porque estoy aquí para decir una cosa: pedir perdón a mi madre. Tiene 86 años y no le pedimos que venga a la ligera, pero lo hicimos porque asumí que serían capaces de comportarse», lamentó antes de abandonar el estrado.

NETANYAHU PROMETE DERROCAR AL NUEVO GOBIERNO

En su turno de palabra, Netanyahu ha dirigido un aluvión de críticas contra el nuevo Gobierno. «Si estamos destinados a estar en la oposición, lo haremos con la cabeza en alto hasta que derribemos a este peligroso gobierno», ha declarado el, hasta hoy, primer ministro.

Asimismo, Netanyahu ha acusado a Bennett de perpetrar el «mayor fraude desde la historia de Israel» en una coalición que le debilita ante la comunidad internacional. «No tiene una posición global. No tiene la credibilidad. No tiene la competencia ni tiene el respaldo de su propio gobierno, de lo dividido que está», ha manifestado.

Este nuevo gobierno «no es adecuado para Isarel». «Lo entienden hasta en Irán. No es ninguna sorpresa que hoy estén de celebración. Lo celebran porque comprenden que a partir de hoy habrá un gobierno débil e inestable que se alineará con los dictados de la comunidad internacional», ha asegurado.

Netanyahu, por último, ha recapitulado sus logros, entre ellos el reconocimiento estadounidense de Jerusalén como la capital de Israel y la soberanía israelí sobre los Altos del Golán. «Fue un honor para mí trabajar día y noche por nuestro amado país», declaró.

EL NUEVO GOBIERNO

La composición del nuevo Gobierno estará formada por representantes de ocho partidos de todo el espectro político de Israel y estará dirigido por Bennett durante los dos primeros años en calidad de primer ministro. Lapid, por su parte, ejercerá de primer ministro suplente y ministro de Exteriores Yair Lapid.

Una de las carteras más importantes, la de Defensa, seguirá en manos de Benny Gantz, líder de Azul y Blanco. Avigdor Lieberman, otro viejo conocido de la política israelí y distinguido por sus extremistas opiniones, dirigirá la cartera de Finanzas en nombre del partido Yisrael Beitenu. El Ministerio de Economía quedará en manos de Orna Barbivai, de Yesh Atid.

Interior quedará en manos de la 'número dos' de Yamina, Ayelet Shaked. Gideon Sa'ar, de Nueva Esperanza, será el nuevo responsable de la cartera de Justicia, mientras que su compañera de partido Yifat Shasha-Biton ostentará el cargo de ministra de Educación. El laborista Omer Barlev será el nuevo ministro de Seguridad Pública.

El ministro de Construcción y Vivienda, Ze'ev Elkin (Nueva Esperanza), también se desempeñará como ministro de Asuntos de Jerusalén y ministro de enlace entre la Knesset y el gobierno. El cargo de ministro de Inteligencia quedará en manos de Elazar Stern, del partido Yesh Atid. Orit Farkash-Hacohen (Azul y Blanco) será la nueva ministra de Ciencia y Nir Orbach (Yamina) se encargará de la cartera de Asentamientos.