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Bélgica confirmó este viernes que volverá a bombardear al autodenominado Estado Islámico en Irak y que se plantea hacerlo también en Siria, tres días después del doble atentado de Bruselas, reivindicado por los yihadistas, en el que murieron 31 personas.

El primer ministro belga, Charles Michel, habló de los planes de su Ejecutivo tras entrevistarse con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, que denunció la creciente debilidad del Dáesh y recalcó el compromiso de su país con Bélgica y Europa para acabar con estas «creencias nihilistas y cobardes».

Michel confirmó que Bélgica cumplirá con la misión contra el EI en Irak a la que se había comprometido, que implica volver a enviar seis cazabombarderos F-16 a partir del 1 de julio, relevando al operativo holandés.

Además, recordó que el Parlamento belga está debatiendo ampliar las operaciones militares del país contra el yihadismo a Siria como parte de la coalición internacional liderada por EEUU que bombardea allí al Dáesh.

A este respecto, el ministro de Defensa belga, Steven Vandeput, afirmó en declaraciones a la cadena RTL que se trata de «reanudar» las operaciones en Irak y que él personalmente está a favor de atacar también en Siria, «allí donde se encuentre el autodenominado Estado Islámico», aunque reconoció que el debate está abierto en el Gobierno.

Seis cazas belgas participaron durante nueve meses, entre octubre de 2014 y finales de junio de 2015, en la campaña de bombardeo contra objetivos terrestres del Dáesh, pero únicamente en Irak, y después se repatrió a los aviones por motivos presupuestarios.

Kerry, por su parte, transmitió la solidaridad estadounidense tras la «tragedia» con un simbólico «Je suis Bruxellois, Ik ben Brussel», yo soy bruselense en francés y flamenco, lenguas oficiales del país.

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Además, manifestó que Bélgica puede contar con «toda la asistencia necesaria» de Washington para «investigar» y «llevar ante la justicia a los responsables de estos actos despreciables».

En este sentido, está previsto que un equipo de agentes de la Oficina Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos llegue este viernes a Bruselas para colaborar con sus homólogos belgas en el esclarecimiento de los atentados, en los que murieron al menos dos ciudadanos estadounidenses.

El secretario de Estado se mostró convencido de que acabar con el Dáesh será una tarea a largo plazo que requiera de gran esfuerzo y cooperación intergubernamental, pero se mostró convencido de que al final la coalición internacional contra el yihadismo prevalecerá.

«Tendremos éxito destruyendo al Dáesh y recuperando una sensación de tranquilidad y paz en las sociedades que persiguen exactamente eso en su vida diaria», afirmó.

A su juicio, los últimos ataques terroristas en Bruselas, París, Ankara, Túnez o San Bernardino sólo evidencian que el autodenominado Estado Islámico está perdiendo pie en Irak y Siria, los dos Estados por los que más se ha extendido aprovechando la inestabilidad,

«La verdadera razón por la que el Dáesh está recurriendo a acciones fuera de Oriente Medio es porque su fantasía de un califato se está derrumbando ante sus ojos», indicó Kerry, que apuntó que «ningún Gobierno del mundo apoya» a los yihadistas.

El secretario de Estado explicó que el Dáesh está viendo que «su territorio se está reduciendo día a día», que «sus líderes están siendo diezmados», que «sus fuentes de financiación están desapareciendo» y que «sus soldados están huyendo» gracias a la acción de la coalición internacional.