La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Francia, François Hollande, contemplan que las economías de sus países no funcionan. | Efe

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La economía de la eurozona se estancó en el segundo trimestre del año lastrada por la mala evolución del PIB de tres de sus principales economías, Alemania, Francia e Italia, un dato que tampoco pudo revertir el crecimiento de España.

El PIB de la eurozona se quedó en punto muerto al registrar un crecimiento nulo entre abril y junio y también la recuperación económica del conjunto de la Unión Europea (UE) se ralentizó, al crecer con un 0,2 % una décima menos, según el cálculo adelantado publicado ayer por la oficina comunitaria de estadística Eurostat. El estancamiento de la eurozona se ha producido después de que los Dieciocho registraran durante los últimos trimestres de 2013 y el primero de 2014 crecimientos ligeros pero constantes.

Alemania

La economía del área de la moneda común se vio afectada por la contracción del 0,2 % del PIB alemán, el cual había crecido un trimestre antes todavía un 0,7 %. La locomotora alemana volcó principalmente por elementos externos como «la débil evolución de la eurozona» y «la inseguridad derivada de los acontecimientos geopolíticos» en Europa del Este y en Oriente Medio, según Berlín, en referencia a las tensiones políticas y comerciales de la UE con Rusia por el conflicto en Ucrania.

Como si no fuera suficiente, Francia, la segunda mayor economía de la eurozona, encadenó por segundo trimestre consecutivo un crecimiento nulo y su Gobierno ya ha anunciado que no podrá cumplir con la meta del déficit este año. Italia, la tercera más importante, se sumergió en una recesión a finales de junio.