El autobús en el que viajaban los soldados de las Fuerzas Armadas egipcias quedó calcinado. | STR/HANDOUT

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Las Fuerzas Armadas egipcias fueron blanco de uno de los atentados terroristas más graves de los últimos meses en la península del Sinaí, que causó la muerte de al menos once soldados y heridas a 37.

Pese a las constantes campañas de seguridad, los grupos extremistas mantienen su fuerza en el norte de la península y perpetran cada vez ataques más sofisticados y en los que hay involucrados suicidas, sobre todo desde el derrocamiento de expresidente Mursi.

Yihadistas

El objetivo de esta operación, lanzada cerca de la zona de Sheij Zaued, uno de los feudos de los grupos yihadistas, fueron cuatro autobuses con reclutas del Ejército que se iban de vacaciones. Dos suicidas detonaron un vehículo al paso del convoy castrense, mientras que otros terroristas dispararon contra los autobuses desde otro coche, según explicaron fuentes de seguridad.

Este atentado se registró en la carretera que comunica la localidad de Rafah, en la frontera con la franja palestina de Gaza, y la ciudad de Al Arish, capital de la provincia del norte del Sinaí. El Ejército se encuentra en estado de alerta y las comunicaciones, telefónicas y por internet, han sido cortadas en la zona para controlar la situación.